2oTrimestre10 | LUCHA CONTRA EL FUEGO 28 EPI ́s en la extinción de incendios forestales Mejor, si no se hacen necesarios Se acerca la época estival y, con ella, aumenta el riesgo de incendio en nuestros bosques, circunstancia agravada por un invierno lluvioso, que ha hecho crecer el sotobosque, combustible que actúa de mecha en cualquier incendio forestal. Esa circunstancia, unida al triste recuerdo de los accidentes con víctimas en incen- dios forestales (recientemente, en Horta de Sant Joan, Tarragona, y hace unos años en Guadalajara), nos motiva a incluir este artículo sobre los EPI de los bomberos forestales. Con independencia de las características y bondades del EPI, la tesis principal que hay que sostener es que “es preferible que la protección individual no se haga nece- saria”, pero, en cualquier caso, “el EPI nunca ha de suponer un riesgo para el tra- bajador”. serie de elementos complementarios, cuyo empleo no supone un mayor grado de pro- tección, pero facilitan el empleo de compo- nentes esenciales, suponen una mejora fren- te a posibles evacuaciones o sencillamente hacen más cómodo el trabajo en extinción. Dentro del primer grupo que, con la única excepción de la mascarilla, podemos clasifi- car como EPI de categoría II, se encuentran los siguientes elementos: -Casco -Traje ignífugo -Protector de nuca -Botas -Guantes -Mascarilla -Gafas En cuanto a componentes accesorios (que podríamos considerar Equipo Individual pero no de Protección) los más habituales son los siguientes: cinturón y/o trinchas, cantimplora, linterna, botiquín personal, camisetas, mochilas. La ejecución de ciertas tareas o la exposi- ción a determinadas circunstancias durante las tareas de extinción puede conllevar la utilización de otros elementos específicos. Éste sería el caso de protectores auditivos, pantallas faciales o zahones para el trabajo con motosierra, o bien protectores auditi- vos siempre que se superen los 80 dB de intensidad sonora, pero estaríamos tratan- do ya de riesgos no inherentes a las tareas de extinción. Casco El casquete o parte externa debe estar cons- truido en materiales ininflamables, no metá- licos y no conductores de electricidad. Del mismo modo, deberá ser termoestable a temperaturas próximas a los 100o C. Los materiales más comúnmente utilizados son el polietileno de alta densidad (PEAD) y el policarbonato. Son aconsejables cascos de líneas sencillas, sin viseras o vierteaguas exa- En la extinción de incendios forestales, el EPI es tan sólo la última barrera frente al daño. Se deben evitar en primer lugar los riesgos, y anteponer la protección colectiva a la individual. El reto es conseguir un equi- po que proteja lo más adecuadamente posi- ble a la persona, procurando que no sea necesaria la protección proporcionada de manera individual al trabajador por su equi- po de protección. “Por decirlo de otra forma: en la elección de un EPI para la extinción se debe intentar conseguir un difícil compromiso entre el grado de protección alcanzado (seguridad pasiva como protección frente a un riesgo materializado) y la obtención del máximo nivel de movilidad y percepción de las con- diciones ambientales (seguridad activa como acciones que permitan evitar un ries- go)”, dice José Ignacio Morales Mesa, inge- niero de montes, en el libro “Prevención de riesgos en el trabajo forestal”. Morales Mesa plantea el tema crucial: la elec- ción del EPI. Dice al respecto que “la elección de las características más deseables para un EPI de extinción de incendios forestales es una tarea cuando menos comprometida”. Y es que no hay rosas sin espinas: la sobre- protección térmica puede ser un riesgo en sí mismo. “Es cierto -argumenta Morales Mesa- que un chaquetón de bombero urbano pro- porciona una protección térmica incompa- rablemente superior a una camisa ignífuga pero, ¿es la prenda idónea para los compo- nentes de una brigada que pueden estar abriendo una línea de defensa con herra- mientas manuales a 40o C en una pendiente del 50 por 100, y tener que realizar una rápi- da retirada porque el frente cambie de direc- ción? Evidentemente, no. ¿Interesa dotar a estos combatientes de un equipo tan aislan- te que no les permita detectar las señales que aconsejen la retirada inmediata de la zona? De nuevo la respuesta ha de ser nega- tiva. Y la razón es muy simple: el EPI nunca ha de suponer en sí mismo un riesgo para el trabajador. En la España de las autonomías, la descen- tralización de competencias implica una dis- paridad de criterios en lo relativo a exigen- cias de los EPI. Con todo, disponemos de una relativa estandarización de los equipos de protección, propiciada, en muchos casos, por los mismos fabricantes. Así, expondremos los rasgos principales del EPI para el trabajo de extinción en primera línea de fuego, basándonos en el trabajo del inge- niero de montes ya citado. Los EPI básicos de un bombero forestal Hay que distinguir entre componentes bási- cos, EPI en sentido estricto, tal y como se definen en el Real Decreto 773/1997, y otra