LUCHA CONTRA EL FUEGO | 2o Trimestre10 - Incorporar una suela de caucho-nitrilo igní- fuga, que resiste temperaturas de hasta 250o C (durante al menos 40 minutos HI3) sin agrietarse, fundirse o despegarse. Además, la suela debe ser resistente a la presencia de hidrocarburos y estar dotada de resaltes y hendiduras que eviten resbalamientos, incluso al subir o bajar escaleras, y adherirse a toda clase de superficies, proporcionando tracción y estabilidad. Asimismo, tiene la propiedad de absorber energía en la zona del talón, lo que contribuye a prevenir lesio- nes musculares. - Todos los materiales que se usan en la bota (suela, cortes, reflectantes, hilos y sistema de cierre) deben superar un exigente ensayo de resistencia a la llama y calor radiante (300o C) Elementos diferenciadores del Calzado de Tipo 1 (Forestales) - Peso del calzado. Es la primera considera- ción que debemos hacer, siendo prioritaria su reducción. El calzado para forestales debe tender a alcanzar la máxima ligereza para que el profesional pueda desempeñar su trabajo de extrema peligrosidad con la agilidad precisa. - Concepción ergonómica. Relacionado con el punto anterior, es imprescindible que el calzado posea un diseño ergonómico para su perfecta adaptación al pie, lo que le pro- porcionará la comodidad que el bombero necesita para su trabajo. - Elementos de confort. Continuando con el aspecto de la ergonomía y comodidad, podemos hacer referencia también a la incorporación de plantillas anti-perforación textiles de alta tenacidad, que cumplen las normativas europeas de protección EN 12568 e ISO EN 20345, referidas al riesgo derivado de la presencia de clavos, astillas, cristales y otros elementos que suponen un riesgo potencial con capacidad para atrave- sar una suela convencional, y que a la vez son ligeras y permiten una total flexibilidad al andar. Elementos diferenciadores del Calzado de Tipo 2 (Intervención) - Puntera de seguridad. Es un elemento importante en el calzado para la lucha con- tra el fuego puesto que protege los dedos de impactos y proporciona una barrera anti- riesgos. Sin embargo, hay que procurar que el aumento de protección no vaya acompa- ñado de un aumento del peso, ya que los dis- positivos protectores añadirían una carga más pesada a la compleja tarea de los bom- beros. El nivel de protección exigido para la de tipo 2 es superior que para la de tipo 1, siendo obligatoria la incorporación de un tope que resista un impacto de 200 J y com- presión de 15kN. - La bota (plantilla anti-perforación) además debe dar baremos más altos de resistencia al calor. - Suelen incorporar reflectantes grandes, visibles y resistentes a la llama. - Van reforzadas, además, con protección especial en la zona de los tobillos*. - Como novedad, se han incorporado tam- bién botas provistas de forro resistente a los cortes, ya que hay que tener muy en cuenta que, hoy en día, la eficacia y velocidad de las cadenas de las moto-sierras portátiles ha aumentado, por lo que la tendencia en la fabricación está en incrementar los niveles de protección del calzado para tal fin*. (*Estas dos últimas mejoras técnicas también pueden incluirse de modo opcional en el calzado de tipo 1). *Manuel Abad. Gerente de FAL Calzados de Seguridad, S. A. A modo de resumen Para sintetizar, podríamos decir que, dentro de la lucha contra incendios, hay que distinguir, en función de la labor que se va a desempeñar, los siguientes tipos de calzado: botas de intervención, tipo 2, según la norma europea EN 15090; botas tipo forestal, tipo 1, según la norma EN 15090; zapatos de uniformidad; y calzado deportivo y de descanso. Se trata de abarcar la totalidad de las actividades que desarrollan los profesionales de la lucha contra el fuego, como son la intervención directa en siniestros, el entrenamiento, el descanso y los actos que requieren el uso de uniforme, y así satisfacer las demandas tanto de los bombe- ros destinados en parques urbanos como de los que se ocupan primordialmente de la extinción de incendios forestales. 23