2o Trimestre10 | LUCHA CONTRA EL FUEGO Conceptos básicos del fuego “Estamos rodeados de materiales combustibles que, en determinadas condiciones, pueden entrar en combustión si se les aplica una fuente de ignición capaz de iniciar una reacción en cadena. En el marco de este proceso, la “sustancia combustible” reacciona con el oxígeno del aire liberando energía (calor) y generando productos de combustión, algunos de los cuales pueden ser tóxicos”, escribe Dougal Drysdale en “Conceptos Básicos”, del Capítulo 41 (Incendios), en la Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo de la OIT. 10 El autor recalca que “es necesario compren- der con claridad los mecanismos de ignición y combustión”, de los que hacemos una breve síntesis. La química y la física del fuego Un incendio es la manifestación de una com- bustión incontrolada. En ésta intervienen materiales combustibles que forman parte de los edificios en que vivimos y trabajamos o una amplia gama de gases, líquidos y sóli- dos que se utilizan en la industria y el comer- cio. Estos materiales, normalmente consti- tuidos por carbono, se agrupan bajo la denominación de sustancias combustibles. Aunque estas sustancias presentan una gran variedad en cuanto a su estado químico y físico, cuando intervienen en un incendio responden a características comunes, si bien se diferencian en la facilidad con que se ini- cia éste (ignición), la velocidad con que se desarrolla (propagación de la llama) y la intensidad del mismo (velocidad de libera- ción de calor). A medida que avanza la cien- cia de los incendios, es posible cuantificar y predecir con mayor exactitud el comporta- miento de un incendio, lo que nos permite mejorar la prevención y su extinción. La físi- ca y la química nos ayudan a comprender el desarrollo de los incendios. Ignición La ignición de un líquido o de un sólido requiere el aumento de su temperatura superficial hasta que se desprenden vapores a una velocidad suficiente para, una vez ini- ciada la ignición de éstos, mantener la llama. Para producir un flujo de vapores capaz de mantener una llama de difusión es necesaria una temperatura ligeramente superior, conocida como punto de ignición. Estos conceptos se aplican tanto a los líquidos como a los sólidos combustibles, aunque en éstos las temperaturas son más altas debido a las exigencias de la descomposición quí- mica. El punto de ignición se encuentra nor- malmente por encima de 300° C dependien- do del combustible. Por lo general, los materiales ignífugos pre- sentan puntos de ignición bastante más altos. La facilidad de ignición de un material sólido depende, por tanto, de la facilidad con que se eleva su temperatura superficial hasta alcanzar el punto de ignición, por ejemplo, mediante la exposición a un calor radiante o a un flujo caliente de gases. Este proceso depende menos de las característi- cas de la descomposición química que del espesor y las propiedades físicas del sólido, como su conductividad térmica (k), densi- dad ( ) y capacidad calorífica (c). Los sólidos de espesores finos, como las virutas de madera, arden con gran facilidad porque tie- nen una masa térmica baja, es decir, se nece- sita una cantidad relativamente reducida de calor para aumentar su temperatura hasta el punto de ignición. En cambio, cuando se aplica calor a la superficie de un sólido de gran espesor, parte del calor pasa de la superficie al interior, lo que reduce el aumento de la temperatura en su superficie. Puede demostrarse teóricamente que la Proceso de ignición dirigida. Fuente: Enciclopedia de Salud y Seguridad en el Trabajo de la OIT velocidad de aumento de la temperatura en la superficie viene determinada por la iner- cia térmica del material, es decir, el valor k c del producto. La práctica nos lo confirma, pues los materiales gruesos con una inercia térmica alta (p. ej., madera de roble, poliu- retano sólido) necesitan un tiempo prolon- gado para entrar en ignición cuando se les aplica un flujo de calor determinado, mien- tras que, en idénticas condiciones, los mate- riales gruesos con una inercia térmica baja (p. ej., tableros de fibra aislante, espuma de poliuretano) arden muy rápidamente (Drys- dale 1985). Fuentes de ignición En la figura adjunta (ignición dirigida) se muestra de forma esquemática el proceso de ignición. Para que éste tenga lugar, la fuente de ignición no sólo debe ser capaz de elevar la temperatura de la superficie hasta el punto de ignición o por encima del mismo,