Confort Térmico o Ergonomía PROTECCIÓN LABORAL 62 | 1oTrimestre10 Por otra parte, el frío causa también un esta- do de alerta: aumentan los niveles de activi- dad nerviosa simpática y, por consiguiente, la preparación para la acción. Hipotermia La hipotermia es una temperatura corporal inferior a la normal. Al respecto la OIT pre- cisa que “desde el punto de vista térmico, el organismo consta de dos zonas: la periferia y el núcleo. La primera es superficial y su temperatura varía considerablemente según el ambiente externo. El núcleo consiste en los tejidos más profundos (cerebro, cora- zón, pulmones y parte superior del abdo- men), y el cuerpo intenta siempre mantener una temperatura interna de 37 ± 2o C. Cuan- do la regulación térmica se deteriora y la temperatura interna empieza a descender, la persona sufre estrés por frío, pero hasta que la temperatura interna no alcanza 35o C, no se considera que la víctima se encuentra en un estado de hipotermia”. Entre los 35 y los 32o C, la hipotermia se considera leve; entre 32 y 28o C, moderada y por debajo de 28o C, severa. Cuando la tem- peratura interna empieza a descender, se produce una intensa vasoconstricción que redirige la sangre de la periferia al núcleo, evitando así la conducción de calor del inte- rior del cuerpo a la piel. Para mantener la temperatura, se provocan escalofríos, con frecuencia precedidos por un aumento del tono muscular. Una tiritera de intensidad máxima puede aumentar la tasa metabólica entre cuatro y seis veces. Rendimiento manual Las manos son muy sensibles a la exposición al frío. “Debido a su pequeña masa y a su gran superficie, –cita la Enciclopedia de la OIT- las manos y los dedos pierden mucho calor a pesar de mantener unas temperatu- ras tisulares elevadas (entre 30 y 35o C). En consecuencia, esas temperaturas elevadas sólo pueden mantenerse con un alto nivel de producción interna de calor que permita un flujo sanguíneo elevado y sostenido a las extremidades”. La pérdida de calor en las manos puede reducirse en ambientes fríos utilizando unos guantes apropiados. No obstante, los guan- tes para proteger del frío tienen necesaria- mente grosor y volumen y, en consecuen- cia, dificultan la destreza manual. Por eso, el rendimiento manual en ambientes fríos no puede conservarse con medidas pasivas. En el mejor de los casos, la reducción del ren- dimiento puede limitarse si se llega a un compromiso equilibrado entre la elección de unos guantes funcionales, la conducta en el trabajo y un régimen adecuado de exposi- ción al frío. Dado que el funcionamiento de las manos y los dedos depende de las temperaturas tisu- lares locales, los movimientos finos, delica- dos y rápidos de los dedos se ven entorpeci- dos cuando la temperatura de los tejidos desciende tan sólo unos grados. No es éste un asunto baladí, pues la disminución de la destreza manual comporta riesgos al mane- jar, por ejemplo, maquinaria peligrosa. Síndrome del cuello tenso (o cuando duele trabajar) Trabajar con una tortícolis o una contractu- ra en la zona del cuello y los hombros impli- ca un sufrimiento físico importante, con la consiguiente merma de facultades y la posi- bilidad de que sobrevenga un incidente- accidente laboral por falta de concentra- ción, distracción o, sencillamente, dolor. Un cuello rígido cursa con fatiga, dolor y, en ocasiones, dolor de cabeza radiado; puede haber espasmo muscular. El dolor y la difi- cultad de movimientos pueden deberse al sobreesfuerzo de algún músculo (especial- mente el elevador de la escápula, que conecta cuello y hombro). El cuello doloro- so inhibe el movimiento, por lo que es característico que los pacientes de esta dolencia acostumbren a rotar todo el cuer- po en vez de girar el cuello para mirar hacia los lados o hacia atrás. El síndrome del cuello tieso está originado por muchos factores, que incluyen el man- tenimiento prolongado de una postura está- tica, a veces forzada. A este respecto, con- viene recordar la sentencia de los ergónomos de “la mejor postura es la que dura menos tiempo”. Junto a muchas otras causas (vicios posturales: usar el móvil y otros tecno-vicios), nuestro cuello puede adquirir una rigidez insufrible –e invalidante para el trabajo- como consecuencia de la exposición a corrientes de aire frío. Masajes para distender la contractura, rela- jación anti-estrés, hidromasaje, calor tera- péutico, etc. son algunos remedios para recuperar la lesión. Paniculitis por frío y crio-globuline- mia La paniculitis por frío se caracteriza por la aparición de placas subcutáneas violáceas dolorosas, que reflejan grandes zonas de infiltración inflamatoria de la dermis pro- funda. Su aparición se produce siempre en la época invernal, y las causas pueden ser profesionales. La mayor frecuencia de apa- rición se da en las mujeres, localizándose preferentemente en los muslos, rodillas o tercio superior de las piernas. La crio-globulinemia provoca la aparición de crio-globulinas, inmuno-globulinas que precipitan con el frío y se redistribuyen con el calor. Las manifestaciones más fre- cuentes son las cutáneas (100%), produ- ciendo hiper-pigmentación residual. Las manifestaciones cutáneas incluyen cianosis (coloración azulada-violeta de la piel y mucosas), Síndrome de Raynaud (disminu- ción del flujo normal de la sangre a las pun- tas de los dedos cuando están expuestos al frío, que se manifiesta con sudoración y frialdad distal en los dedos de manos y pies y coloración azulada o rojiza parcheada de la piel de los dedos), úlceras (lesión cir- cunscrita en forma de cráter que afecta a la piel o las mucosas producida por la necro- sis asociada a algunos procesos inflamato- rios, infecciosos o malignos de la piel) y púrpura (hemorragia puntiforme bajo la piel, de color rojo burdeos) principalmente en extremidades inferiores, abdomen bajo y glúteos. Bibliografía: Enciclopedia de Seguridad y Salud en el Trabajo (OIT). Tiina M. Mäkinen and Juhani Hassi. Indus- trial Health 2009, 47, 207–220. Institute of Health Sciences. University of Oulu (Fin- land).