Confort Térmico o Ergonomía PROTECCIÓN LABORAL 62 | 1oTrimestre10 El frío como riesgo laboral La actividad en entornos fríos aumenta el riesgo de incapacidad laboral del trabajador y agrava sus ‘dolencias de base’ El trabajo con frío en interiores y al aire libre puede tener efectos adversos sobre la salud humana. Los problemas de salud disminuyen la productividad y aumentan los riesgos de accidentes y lesiones llegando en los casos más extremos a causar muer- tes. Los dolores musculo-esqueléticos son frecuentes en el trabajo con frío en inte- riores. La respiración de aire frío puede causar síntomas respiratorios. Los síntomas empeoran con el ejercicio y la edad, siendo más comunes en personas con enferme- dad respiratoria previa. Las enfermedades cardiovasculares y disminución de la actividad pueden ser especialmente pronunciadas durante el trabajo en tiempo frío e implicando ejercicio físico. Sólo la gestión correcta, que pasa por el conocimiento y la evaluación, permitirá evitar que el frío sea otro riesgo laboral que enfrentan muchos trabajadores. Por otra parte, en casos de enfriamientos severos, el efecto del frío puede concretarse en problemas como hipotermia y congela- ción. Dichos efectos guardan una correla- ción con factores como la actividad física, el clima, el vestido, así como otras variables aleatorias como son los factores individuales y socio-económicos. Como factor individual se encuentra la adaptación al frío (diferente en cada persona), que depende de la res- puesta térmica (metabolismo del individuo). Siempre encontraremos personas especial- mente sensibles al problema, como las que sufren enfermedades crónicas. En estos casos, la exposición al frío por motivos labo- rales acrecienta la sintomatología de la enfermedad de base, pudiendo experimen- tar los afectados situaciones de incapacidad y problemas de salud de forma prematura. Además, ello implica aumento de gastos empresariales, descenso de la productividad e incremento del gasto sanitario. El frío es un riesgo añadido al trabajo. Generalmente, se considera que éste riesgo existe cuando se trabaja a tem- peraturas iguales o inferiores a los 10-15o C, que pueden darse en interiores o a la intem- perie. Los trabajos fríos se dan principal- mente en la industria alimentaria, ya que los congelados se encuentran en valores de -20o C. A la intemperie encontramos trabajos fríos en la agricultura, actividad forestal, minería, fábricas, construcción, etc. La iden- tificación de los riesgos por frío es el primer paso para su control. Los grupos especial- mente sensibles deben recibir información y protección adecuada. Efectos del frío En el mejor de los casos, el frío es responsa- ble de incomodidad térmica, lo que no deja de ser un déficit ergonómico. La falta de confort redunda en distracción, lo que no sólo reduce el rendimiento en tareas que puedan exigir especial concentración, sino que aumenta el riesgo de aparición de inci- dentes o, incluso, accidentes. De hecho, el enfriamiento de los tejidos corporales puede mermar nuestra capacidad física y mental, lo que explicaría el aumento de la probabilidad de accidentarnos. El empleo de pesadas prendas de abrigo, además de limi- tar nuestra destreza, aumenta nuestro gasto energético. Algunos autores estiman que cada kilo suplementario de indumentaria aumentaría el consumo energético del traba- jador en un 3%. Simultáneamente, la exposición al frío puede ser el catalizador de algunas enferme- dades, agravando los síntomas de otras de carácter crónico que padezca el trabajador.