1oTrimestre10 | PROTECCIÓN LABORAL 62 Técnicas de Prevención línea de soldadura robotizada. Los operarios realizan la colocación y/o sus- tracción de los utillajes de los robots necesa- rios en función del modelo de la pieza a sol- dar. La fijación de los utillajes se realiza con herramientas manuales (llaves allen, marti- llos teflón, etc.). Otra fase consiste en colo- car la pieza (por ejemplo, tubo de escape) en la línea de soldadura. El proceso puede requerir de soldaduras manuales cuando se detectan fallos en la robotizada, lo que impli- ca la exposición a todos los riesgos de la sol- dadura eléctrica manual (exposición a humos, riesgo eléctrico, etc.). Algunos de los principales riesgos detecta- dos en este proceso son los golpes por objetos en movimiento, golpes por objetos proyectados, contactos con objetos cortan- tes y con productos a alta temperatura, enfermedades profesionales producidas por radiaciones ópticas y sobreesfuerzos físicos por movimientos repetitivos, mane- jo manual de cargas (piezas y utillajes) y posturas forzadas. Entre los riesgos específicos pueden citarse los golpes por objetos en movimiento (los robots). Con el objeto de proteger a los tra- bajadores que estén situados o pasen cerca de los puntos de soldadura, es conveniente instalar de forma fija barreras perimetrales y pantallas protectoras ignífugas. Éstas deben ser de fabricación sólida y resistente (por ejemplo de metacrilato), sin resquicios o mallado por los que pueden pasar partículas proyectadas. No tiene que ser fácil anularlas, desmontarlas o ponerlas fuera de servicio. La entrada a la zona de actuación del robot debe poseer un dispositivo que no permita que el personal entre o permanezca en la misma durante el funcionamiento del robot. Estos aspectos acompañarán a la pertinente certificación y marcado CE de la maquinaria utilizada. También existe riesgo de golpes por objetos proyectados. Las salpicaduras de chispas o escoria pueden ocasionar golpes. Sin perjui- cio de la instalación de pantallas u otros sis- temas de protección colectiva, el personal dispondrá y utilizará viseras y cascos (pro- tección del pelo y la cabeza), gafas y panta- llas faciales (protección de ojos y cara) y ropa de trabajo (protección de la piel), según su grado de exposición. Líneas de pintura Este proceso consiste en el tratamiento de pintura de piezas ya soldadas, mecanizadas y repasadas. Las piezas, si son de tamaño redu- cido, llegan en contenedores y son ubicadas manualmente por los operarios en los sopor- tes (bastidores) de la cadena de pintura. Se trata de un robot que hace pasar automáti- camente las piezas por diversas cubetas y hornos, donde se aplican las siguientes fases: desengrasasado (mediante aplicación de disolventes), lavado en túnel cerrado (bonderización), imprimación, pintado, y secado (en hornos de aire caliente y/o rayos infrarrojos equipados con extractores). Los operarios deben instalar y controlar el nivel de los bidones de las pinturas en el robot así como realizar el mezclado de las mismas y, finalizado el proceso, vuelven a colocar las piezas acabadas en contenedo- res. En ocasiones es necesario un repaso manual de las piezas con fallos en el pintado automático. Se puede acceder también, en grandes instalaciones de pintado, a espacios confinados afines. Algunos de los principales riesgos detecta- dos en este proceso son los golpes por obje- tos en movimiento, contactos con objetos cortantes, contacto con un objeto duro, contactos con productos a alta temperatura y sobreesfuerzos físicos producidos por la manipulación manual de cargas, incendios y explosiones por electricidad estática, anega- miento o asfixia, sobreesfuerzos físicos por movimientos repetitivos y por la adopción de posturas forzadas, contacto con produc- tos químicos, etc., riesgo que se presenta también en las operaciones de pintado y aca- bado de piezas de las carrocerías. En una actividad que presenta un catálogo de riesgos muy amplio no es fácil recogerlos exhaustivamente en una apretada síntesis, como es el caso de este reportaje. El cuadro adjunto recoge los distintos epígrafes trata- dos en la Guía Prevauto de Asepeyo. Formación preventiva Detrás de toda guía subyace la intención pedagógica de su autor o promotores. Éste es el caso del estudio Prevauto de Asepeyo, cuya parte principal no es sino una Guía de Buenas Prácticas para las empresas que trabajan en la industria auxiliar del automóvil. Se incluyen los siguientes apartados: -Breve introducción a la legislación básica en prevención. -Descripción de los CNAE analizados -Catalogación de los riesgos generales y sus medidas preventivas. -Catalogación de los riesgos específicos y las medidas preventivas. -Criterios de valoración -Aspectos generales El apartado de riesgos generales y sus medidas preventivas incluye los golpes, los contactos eléctricos, la exposición a los contaminantes más habituales, los sobreesfuerzos físicos deri- vados de posturas forzadas, movimientos repetitivos y manipulación manual de cargas, los incendios, etc. situaciones que se pueden presentar en la mayoría de actividades analizadas. El apartado de riesgos específicos y sus medidas preventivas selecciona para los diversos CNAE algunos de sus procesos más significativos, valorando exposiciones, riesgos particu- lares así como medidas preventivas adecuadas. De esta manera, se evita repetir aspectos que ya están recogidos en el apartado de riesgos generales. El capítulo de criterios de valoración presenta la legislación vigente, normativa técnica o referencias actualizadas que se utilizan para poder valorar las exposiciones a los principales riesgos agrupados en las áreas de seguridad en instalaciones y equipos, prevención y pro- tección contra incendios, higiene frente a los agentes químicos, higiene frente a los agentes físicos, ergonomía y psicosociología. Por último, el capítulo de aspectos generales incluye un apartado de equipos de protección individual, señalización de seguridad en los centros de trabajo, accidentes ‘in itinere’ (des- plazamientos hacia y desde el trabajo) y primeros auxilios en caso de accidente.