1oTrimestre10 | PROTECCIÓN LABORAL 62 Técnicas de Prevención continuados puede dar lugar a fatigas e inco- modidades que repercutirán en molestias de la espalda, hombros, cuello y brazos de la persona que los realiza. Los puestos de trabajo deben adecuarse a las dimensiones antropométricas de los usua- rios. Un principio ergonómico básico a con- siderar para los trabajos en posición de pie señala como la altura adecuada de la superfi- cie de trabajo aquélla que está situada ligera- mente por debajo de la altura del codo del trabajador, de manera que le permita mante- ner el antebrazo levemente inclinado hacia abajo (entre 85 y 95 cm respecto al suelo). Si la tarea exige esfuerzos considerables o se deben manipular objetos pesados, el plano de trabajo deberá coincidir con la altura del puño del trabajador, con el brazo extendido hacia abajo y mano cerrada (entre 70 y 90 cm en relación al suelo). Ambos criterios son de carácter general y para usuarios medios, sin tener en cuenta las variaciones individuales. Cuando el puesto es ocupado por personas físicamente muy distintas, la altura del plano de trabajo se determinará considerando a los trabajadores más altos y estableciendo medidas de adap- tación, tarimas o banquetas, para que los individuos de menor tamaño puedan aco- modarse. Las mesas y plataformas de trabajo deben ser resistentes, con las esquinas redondeadas y sus bordes sin rebabas ni zonas cortantes. Su longitud y anchura serán adecuadas al traba- jo que en ellas se desarrolle. Por debajo de la superficie de trabajo debe existir un espacio suficiente para dar cabida a las rodillas (unos 10 cm) y a ras del suelo otro espacio, apro- ximadamente de unos 13 cm de profundi- dad por 10 cm de altura, para los pies. Cuando se trabaje sentado se deberá asegu- rar una buena combinación entre la altura correcta del asiento (al nivel de la parte inte- rior de la rodilla) y la superficie de trabajo (a la altura del codo). Para ello, se regulará la altura del asiento para que el plano de traba- jo se sitúe por debajo de los codos. En esta posición, si los pies del usuario no alcanzan a descansar sobre el suelo, se utilizará un reposapiés. Un espacio suficientemente amplio para mover las piernas y el cuerpo con facilidad reducirá la fatiga y el riesgo de problemas musculoesqueléticos, mejorando la eficiencia del trabajador. En líneas generales, para minimizar la fatiga y el disconfort derivado de las posturas de trabajo, es necesario considerar las siguien- tes recomendaciones de seguridad: -Mantener el cuerpo erguido con el tronco recto en todo momento, de esta manera los discos intervertebrales reparten correcta- mente el peso del cuerpo, evitando posibles deformaciones permanentes en la columna. -No permanecer demasiado tiempo en la misma posición. En la medida de lo posible, se debe cambiar de postura y efectuar movi- mientos suaves de estiramiento de los mús- culos. -Evitar superficies de trabajo improvisadas o inestables. Un trabajo realizado sobre ellas es incómodo y potencialmente más peligroso. -La altura óptima para trabajos en posición de pie será la comprendida entre la cintura y el corazón de la persona. En caso de tener que alcanzar frecuentemente objetos o depositar