Trabajo y salud PROTECCIÓN LABORAL 61 | 4oTrimestre09 embargo, pasa ‘invisible’ ante nuestros ojos. Entre los múltiples aspectos analizados en el estudio, se destaca el de las dificultades para la prevención. Las causas, según los autores del mismo, hay que buscarlas en: ·Conciencia y cultura preventiva -Una dificultad importante a la que nos enfrentamos a la hora de implantar siste- mas de prevención eficaces –cita el estu- dio- es la falta de conciencia y cultura preventiva. La resistencia de algunas empresas a invertir en prevención parece ser consecuencia de la ausencia de men- talización o asunción de una cultura pre- ventiva por parte del empresariado. Pero esta falta de mentalización es más gene- ral y también afecta a los trabajadores. -Los esfuerzos que se realizan en esta mate- ria no revierten siempre en una mayor con- ciencia preventiva. -Esta falta de conciencia preventiva tam- bién se ve reflejada en el mal uso que se hace a menudo de los equipos de protec- ción individual. -La falta de cultura preventiva también se ve reflejada en una actitud que minimiza la importancia de los riesgos o califica de exageradas las medidas de protección. La falta de cultura preventiva también se ve reflejada en una actitud que minimiza la importancia de los riesgos o califica de exageradas las medidas de protección -También nos ha llamado la atención que a veces se entienda la prevención como una cuestión de sentido común, y que se minusvalore el conocimiento que se ha generado en torno al tema. -Otra manifestación de la falta de cultura preventiva es lo difícil que parece resultar a todos los agentes asumir la parte de respon- sabilidad que les toca, y culpan, por el con- trario, a los demás. ·Subcontratación -La responsabilidad con respecto de la pre- vención queda diluida en las cadenas de subcontratación y en los casos de empresas auxiliares, sobre todo cuando se trata de empresas pequeñas donde tienen más difi- cultades y menos exigencias al respecto. -Trabajar mediante subcontratas representa para muchas grandes empresas una manera de evitar la presión de la ley, ya que son las empresas más pequeñas que subcontratan las que tienen que hacerse cargo de la segu- ridad de los-as trabajadores-as. Es una mane- ra de externalizar no sólo trabajo, sino tam- bién riesgos y responsabilidades. ·Precariedad -La precariedad y la temporalidad labora- les representan otro factor fundamental que determina el nivel de seguridad en el trabajo, ya que tienen la capacidad de anu- lar muchas de las medidas aplicables a situaciones regulares. -La desprotección del trabajador o trabaja- dora en estas situaciones es remarcable, ya que, especialmente personas de colectivos muy necesitados, evitarán realizar cual- quier exigencia que mejore sus condicio- nes de trabajo por temor a ser despedidos. El trabajador o la trabajadora se encontra- rán ante la disyuntiva de tener que elegir entre trabajar en condiciones seguras o tra- bajar, siendo la seguridad la que, general- mente, se sacrifica. -En el mercado de la precariedad no pode- mos olvidarnos de otras modalidades de contratación inestable, como las que se realizan a través de las ETT, la contratación de “falsos autónomos” o la propia subcon- tratación, la situación de las personas inmi- gradas extracomunitarias en situación irre- gular y los destajistas. -La temporalidad supone también la rota- ción, factor que impide que los-as trabajado- res-as adquieran la experiencia y el conoci- miento necesarios para trabajar de una manera segura, además de que los expone a una mayor diversidad de riesgos. -En este sentido, debemos tener en cuenta los datos anteriormente expuestos respec- to al bajo nivel de contratación indefinida en la comarca. Sobre la accidentalidad y las EP en la comarca A propósito de la accidentalidad y las enfermedades profesionales en la comar- ca de Bidasoa-Txingudi, el estudio de Bidasoa Activa concluye lo siguiente: -Los hombres presentan una mayor acci- dentalidad que las mujeres. -El sector servicios es el que presenta mayor accidentalidad, pero en proporción vemos que el número de accidentes es mayor en construcción, seguido de industria. -Las mujeres, sin embargo, sufren más acci- dentes en proporción en servicios, donde destacan “otras actividades empresariales” y “actividades sanitarias y veterinarias, asis- tencia social”. -Los hombres siguen la pauta general arriba descrita. -La diferencia entre los datos de la comarca y la provincia estriba en que en Gipuzkoa el mayor porcentaje de accidentalidad se da en industria (42,6% frente al 29% en la comarca), mientras que en Bidasoa corres- ponde a servicios (51% frente al 36,3% de la provincia). Estos datos nos proporcionan el siguiente panorama en lo que a enfermedades profe- sionales en Gipuzkoa se refiere: -Donde se concentra un mayor número de bajas por enfermedad profesional es en el sector industria, seguido de servicios, construcción y primaria, en este orden. -Los hombres sufren enfermedades en mayor número que las mujeres. -Las enfermedades profesionales de los hombres se concentran en industria, con una proporción también importante en construcción. -En el caso de las mujeres, sin embargo, las enfermedades se concentran en el sector servicios. -Si ponderamos los datos con el número de personas empleadas, vemos que el mayor porcentaje se da en construcción, seguido de industria y servicios. -Comparando Gipuzkoa y la comarca, vemos que, si bien en ambos casos el mayor porcentaje de enfermedades se da en el sector de industria, seguido de servi- cios y construcción, se aprecian diferen- cias considerables en sus datos. Así, en industria, Gipuzkoa supera a Bidasoa en casi 6 puntos. Sin embargo, en Bidasoa hay mayor proporción de enfermedades en servicios y en construcción, superando a Gipuzkoa en casi 7 puntos en ambos casos.