Trabajo y salud PROTECCIÓN LABORAL 61 | 4oTrimestre09 Tabla 1. Pérdida auditiva en muestra de 319 trabajadores % con pérdida auditiva Exposición a niveles de ruido, dBA - Sensibilidad especial del individuo a estos medicamentos. - Tratamientos de duración superior a diez días. - Edad del paciente. Mayor sensibilidad en niños y personas de edad avanzada. - Tratamientos previos con antibióticos de la misma familia. - Pérdida auditiva previa. - Uso combinado con diuréticos. Con esta descripción de su faceta ototóxica no se pretende poner en entredicho la elec- ción de estos medicamentos para el trata- miento de determinadas enfermedades, ya que su valía ha quedado de sobra demostrada. No obstante, las personas que estén bajo tra- tamiento con antibióticos aminoglucósidos o que lo hayan estado recientemente (se ha comprobado que estos fármacos pueden per- sistir hasta 5 meses en el organismo), y que habitualmente se encuentran expuestos al ruido, han de ser objeto de una vigilancia especial y una protección mayor, pues se ha demostrado que la acción conjunta de estos medicamentos y el ruido tiene como resulta- do la potenciación de los efectos perjudicia- les de éste último sobre la audición. Incluso para niveles de ruido no excesivamente altos. Esta advertencia adquiere mayor relevancia si tenemos en cuenta que los actuales límites de exposición sonora han sido establecidos para sujetos que no presentan daño coclear y que estos límites podrían ser inapropiados para sujetos que presenten este tipo de daños. Diuréticos Son medicamentos que provocan la elimina- ción de líquidos corporales. Su uso más habitual es el tratamiento de la disfunción renal, cardiaca, hipertensión, etcétera. Los diuréticos para los que se han encontrado mayores evidencias de ototoxicidad son la furo- semida, el ácido etacrínico y la bumetanida. La administración de diuréticos pude provo- car pérdida de audición y acúfenos. No obs- tante, estos efectos son temporales y desapa- recen totalmente tras la eliminación del fármaco del cuerpo. Por otro lado, los diuréticos potencian los efectos ototóxicos de los antibióticos ami- noglucósidos y la furosemida, en concreto, potencia los efectos ototóxicos de ciertos metales pesados como el cadmio. Una vez más, se deberá prestar especial aten- Trabajadores del sector químico Trabajadores de sectores distintos del químico 23 5-8 80-90 95-100 Metales pesados Plomo y derivados Tabla 2. Principales agentes ototóxicos Disolventes orgánicos Gases asfixiantes Monóxido de carbono (CO) Ácido cianhídrico (HCN) Aromáticos Tolueno No aromáticos n-Hexano Xileno Tricloroetileno Estireno Combinaciones de las sustancias anteriores ción a los sujetos expuestos al ruido y que estén bajo tratamiento de las citadas sustancias. Salicilatos Los medicamentos que contienen salicilatos pueden provocar acúfenos de forma tempo- ral y reversible. Sus efectos desaparecen des- pués de entre 24 y 72 horas tras la adminis- tración del medicamento. Agentes anti-tumorales El cis-platino es un medicamento usado habitualmente en el tratamiento del cáncer. Su uso puede destruir las células ciliares. Las pérdidas auditivas comienzan en las fre- cuencias más altas, desplazándose posterior- mente a frecuencias más bajas. Debido al daño celular, la pérdida de audición es irreversible. Se ha detectado gran variabilidad entre indi- viduos en cuanto a la ototoxicidad registra- da. Del mismo modo, se han constatado pér- didas auditivas de entre el 62 y el 81% en función de la técnica utilizada para medir la audición. Sustancias ototóxicas profesionales La pérdida de audición debida a la exposición de compuestos químicos presentes en el medio laboral se ha estudiado los últimos veinte años con resultados muy significativos. En 1986, Bergström y Nyström fueron los pri- meros en sugerir que la exposición a disol- ventes aromáticos podría ocasionar pérdida de audición. En un estudio a lo largo de 20 años sobre la sensibilidad auditiva de 319 per- sonas que trabajaban en distintos segmentos industriales se comprobó que un porcentaje significativo de los ocupados en el sector quí- mico, el 23%, mostraban una pérdida de audición, mientras que en otros sectores sólo resultaban afectados entre 5% y el 8%. Todo ello a pesar de que los trabajadores del sector químico estaban expuestos a niveles de ruido de entre 80 y 89 dBA, inferiores a los de los otros sectores (95-100 dBA). En la tabla 2 se muestran las sustancias quí- micas presentes habitualmente en el medio profesional para las que se han encontrado mayores evidencias de ototoxicidad a lo largo de años de estudio. Disolventes orgánicos De entre todos los disolventes orgánicos que se usan en la industria hoy en día, los efectos ototóxicos de los disolventes aromá- ticos son los más documentados. No obstan- te, se ha demostrado la ototoxicidad de otros disolventes orgánicos no aromáticos como el n-Hexano, y el tricloroetileno. Estos disolventes están presentes en un sin- fín de productos y procesos industriales. El tolueno forma parte de la composición de pinturas y barnices, el estireno se usa en pro- cesos de fabricación de resinas y ambos, junto con el xileno y etilbenceno, están pre- sentes en muchos otros sectores industriales.