Técnicas de prevención PROTECCIÓN LABORAL 61 | 4oTrimestre09 El estudio Prevauto tiene intención pedagógica y preventiva productos fabricados pero implican que el trabajador tenga que desarrollar una serie de movimientos repetitivos con los miembros superiores para el desarrollo de las tareas. Asimismo, los actuales sistemas de fabrica- ción también pueden provocar la adopción de posturas forzadas del tronco y la manipu- lación manual de cargas. No considerar los criterios ergonómicos adecuados para el diseño de estos puestos y tareas de trabajo facilita que, con el trans- curso del tiempo, los movimientos reiterati- vos, las posturas adoptadas y la manipula- ción manual de cargas puedan llegar a provocar alteraciones que se manifiestan en forma de dolor en las zonas implicadas y que son causa de numerosas lesiones inca- pacitantes. Posturas forzadas Son posturas que comprenden posiciones fijas o restringidas del cuerpo, habituales en trabajos en que la persona debe permanecer en una misma posición durante periodos prolongados, y aquellas en las que se debe adoptar de manera continuada una variedad de extensiones, flexiones o rotaciones de una o varías regiones de su cuerpo. La postura adoptada está relacionada con la tarea desarrollada y son varios los factores que influyen sobre la posición del trabajador en el puesto de trabajo. Así pues, en aquellas Comparativa de siniestralidad: los índices de color rojo, que son la mayoría, superan la siniestralidad media del sector tareas en las que se exija precisión o una ins- pección detallada de elementos se adoptará la posición sentada, mientras que para aque- llas tareas en las que haya que desplazarse, flexionarse, agacharse, girarse o torcer el cuerpo y/o manipular cargas con una cierta asiduidad, se elegirá la posición de pie. En ambos casos el adoptar posturas estáticas inadecuadas o bien realizar movimientos continuados puede dar lugar a fatigas e inco- modidades que repercutirán en molestias de la espalda, hombros, cuello y brazos de la persona que los realiza. Los puestos de trabajo deben adecuarse a las dimensiones antropométricas de los usua- rios. Un principio ergonómico básico a con- siderar para los trabajos en posición de pie señala como la altura adecuada de la super- ficie de trabajo aquella que está situada ligeramente por debajo de la altura del codo del trabajador, de manera que le per- mita mantener el antebrazo levemente inclinado hacia abajo (entre 85 y 95 cm respecto al suelo). Si la tarea exige esfuer- zos considerables o se deben manipular objetos pesados, el plano de trabajo debe- rá coincidir con la altura del puño del tra- bajador, con el brazo extendido hacia