4oTrimestre09| PROTECCIÓN LABORAL 61 Riesgos emergentes La forma pulmonar de la enfermedad suele conducir a “neumoconiosis por mangane- so”. También se han descrito neumonías por manganeso. La correlación entre la neumonía y el manganeso no está bien establecida, aunque, en cualquier caso, éste actuará como un factor de agrava- miento de cualquier dolencia respiratoria. • Diagnóstico El diagnóstico de la enfermedad se basa principalmente en los antecedentes perso- nales y laborales del paciente (el tipo de trabajo, la duración de la exposición, etc.). Sin embargo, la naturaleza subjetiva de los síntomas iniciales dificulta el diagnóstico precoz de la enfermedad, tan importante para preservar la calidad de vida del paciente. Por otra parte, puede ser difícil distinguir entre la intoxicación por manga- neso y otras enfermedades, como la sífilis nerviosa, la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple, la enfermedad de Wil- son, la cirrosis hepática y la enfermedad de Westphal-Strümpell (pseudoesc). Medidas de salud y seguridad La prevención de la intoxicación por man- ganeso consiste básicamente en suprimir los polvos y humos de este metal, evitando el contacto con todas sus formas, presenta- ciones o combinaciones (recordemos que una de ellas –motivo de este artículo- es la gasolina). En las minas, se debe sustituir el barrenado en seco por métodos de perfo- ración en húmedo. Las pegas con explosi- vos se realizarán al final de la jornada labo- ral, para poder ventilar la zona antes de que comience a trabajar el nuevo turno. Además, es necesario un buen sistema de ventilación general. En determinadas situa- ciones laborales, deberán utilizarse equi- pos de protección respiratoria con sumi- nistro de aire o respiradores autónomos, a fin de evitar una exposición excesiva de corta duración. Es esencial un alto grado de higiene perso- nal, así como instalaciones sanitarias ade- cuadas; se debe proporcionar a los trabaja- dores ropa de trabajo y tiempo para que, obligatoriamente, seduchen y se cambien de ropa al final de la jornada laboral. También deberá estar prohibido comer y fumar en el lugar de trabajo. Es importan- te realizar determinaciones periódicas de los niveles de exposición, prestando especial atención a la distribución por tamaños de las partículas de manganeso en el ambiente. Otra fuente potencial de exposición que debe considerarse es la contaminación de los alimentos y el agua potable, así como los hábitos de alimentación de los trabaja- dores. No se recomienda emplear a trabaja- dores con trastornos psicológicos o neuro- lógicos en trabajos relacionados con la exposición al manganeso. Las carencias nutricionales pueden predisponer a la ane- mia y, por tanto, aumentar la susceptibili- dad al manganeso. Por este motivo, los tra- bajadores que presenten este tipo de deficiencias deberán mantenerse bajo estricta vigilancia. Las personas que padez- can estados anémicos deberán evitar la exposición al manganeso mientras persista esa situación. Lo mismo ocurre con las per- sonas que padecen lesiones de los órganos excretores o procesos respiratorios obs- tructivos crónicos. Un estudio indica que la exposición prolongada al manganeso puede contribuir al desarrollo de neumopa- tías crónicas de carácter obstructivo, sobre todo si la exposición se asocia con el hábi- to de fumar. Por otro lado, los pulmones dañados pueden ser más susceptibles a los efectos agudos potenciales de los aerosoles de manganeso. La vigilancia de la salud supone que el tra- bajador deberá someterse a una explora- ción clínica que permitirá detectar altera- ciones psicomotoras y signos neurológicos precoces. El manganeso puede determi- narse en sangre, orina, heces y pelo. Con todo, la valoración de la exposición de los trabajadores al manganeso se sigue reali- zando a partir de los niveles de manganeso en el ambiente. Además, existe muy poca información fidedigna sobre la correlación entre el nivel de manganeso en la sangre y la orina y el desarrollo de signos y síntomas neurológicos. Como medida cautelar, las personas que presenten signos de intoxicación por man- ganeso deberán retirarse de la fuente de exposición. Si esta separación del trabaja- dor se realiza inmediatamente después de la aparición de los síntomas (antes de que se instaure un estado patente de manganis- mo), muchos de los signos y síntomas remitirán. Con todo, pueden quedar algu- nas alteraciones residuales, especialmente en el habla y en la deambulación. La manipulación de combustibles y otros productos químicos peligrosos requiere conocimientos y, sobre todo, equipo de protección adecuado. (Foto gentileza de Showa)