3oTrimestre09 | PROTECCIÓN LABORAL 60 Ergonomía laboral nencia en pie, lo que supone la aparición de molestias en la planta del pie y en la espalda, sobrecarga de la planta del pie, además de hinchazón y fatiga en los pies. Es frecuente la presencia de agua y otros con- taminantes en suelos lisos, por lo que la resis- tencia al resbalamiento es un atributo esen- cial. Además, el calzado está sometido a un uso exhaustivo en presencia, muchas veces, de productos que lo deterioran y desgastan. Por lo general, la jornada transcurre en ambientes interiores, cerrados y, en ocasio- nes, con cierta humedad; las temperaturas no son críticas, pero hay que evitar la acu- mulación de sudor en el calzado. • Requerimientos del calzado Además de las recomendaciones generales, este ámbito laboral reúne determinadas características específicas que deben ser tenidas en cuenta a la hora de seleccionar el calzado. Se recomiendan diferentes diseños según el tipo de actividad: • Si no hay manipulación de cargas se puede utilizar un zueco abierto que debe llevar una tira posterior para asegurar la estabilidad y mejorar la amortiguación de impactos. • Con manipulación de cargas un calzado cerrado permitirá mayor estabilidad y protección del pie. • Los desplazamientos continuos precisan un calzado estable, sujeción y ajuste del pie, lo que requiere una buena adapta- ción del calzado a la forma y movimientos del pie. Hay que comprobar que el corte no se clava en el empeine al flexionar el pie y que es lo suficientemente flexible, lo que mejorará la eficiencia de la marcha y los movimientos, disminuyendo el can- sancio provocado por las horas de uso del calzado. • El calzado abierto por detrás suele pre- sentar cierta inestabilidad y en algunos casos destalonamiento. Si el zueco incor- pora una tira posterior que sujete el calza- do al tobillo contribuirá a disminuir el desplazamiento relativo entre el pie y el zueco y reducirá las presiones en el talón, evitando la aparición de durezas. • Se recomienda que la anchura posterior del calzado y la del tacón en contacto con el suelo sean iguales para proporcionar una base estable, evitando siempre los tacones altos y estrechos. • La zona de apoyo del talón debe contar con una cazoleta que lo recoja para mejo- rar la estabilidad y el asentamiento del pie en los zuecos, disminuir el destalona- miento y mejorar la amortiguación de los impactos en el talón. De este modo se pueden reducir las molestias de espalda. • Se aconseja el empleo de zuecos de goma o con pieles hidrófugas para que sean resistentes a la presencia de contaminan- tes. Hay que tener presente que el calza- do sanitario requiere de una limpieza exhaustiva, fácil y frecuente. Los zuecos de goma tienen la ventaja de que se pue- den limpiar en la lavadora pero hay que vigilar el peso del calzado para que no resulte excesivo. • En caso de adquirir zuecos de goma deben existir geometrías en el corte que permitan la ventilación del pie. Debe prestarse atención a las posibles rugosida- des del interior de la suela, que podrían resultar molestas para algunos usuarios. • Con relación a la fricción, deben existir dibujos en el tacón y la puntera de la suela para permitir la evacuación de contami- nantes, evitando resbalones y facilitando la impulsión durante la deambulación.