Ergonomía laboral PROTECCIÓN LABORAL 60 | 3oTrimestre09 de protección, hay que procurar que éstos, protegiendo el pie, se adapten a sus movimientos sin causar molestias. • El zapato debe proporcionar suficiente agarre para evitar caídas y permitir avan- zar eficazmente. Los tacos y las ranuras mejoran el agarre. Deberemos evitar las suelas lisas o sin dibujo. Si el piso es de cuero debe incorporar inserciones de goma en el ante-pie y en el talón. • El calzado debe proporcionar protección térmica. El corte debe ser transpirable para evitar una sudoración excesiva en ambien- tes cálidos y aislante térmico en ambientes fríos. La suela debe aislar térmicamente al pie del terreno, evitando la transmisión de calor en verano y de frío en invierno. • Una buena plantilla puede mejorar consi- derablemente el confort del calzado. Debe ser blanda y con cierto espesor para proporcionar una buena distribución de presiones en la planta del pie y evitar la aparición de zonas sobrecargadas. Ade- más de transpirable, conviene que sea absorbente para evitar la acumulación de humedad en el interior del calzado. La Guía del IBV concluye esta sección con una sencilla consigna para los fabricantes y distribuidores de calzado de seguridad: “Tenga presente que la mejor forma de averiguar los requisitos que debe reunir un calzado laboral es preguntar a los usuarios”. Ciertamente, el consumidor no sólo es el “rey” del mercado, sino la mejor fuente de información para calibrar los pro- ductos. Nada debe hacerse sin escucharle previamente. Calzado para fuerzas de seguridad (Guardia Civil, Policía, seguridad privada) En el caso de las fuerzas de seguridad, las actividades realizadas varían considerable- mente dependiendo del puesto de trabajo. En general, se requiere un calzado que se Funcionalidad y confort térmico Son éstas dos condiciones ‘sine qua non’ del calzado moderno. La funcionalidad y el confort térmico se obtienen con soluciones cada vez más extendidas entre los fabricantes. • Cierres de desprendimiento rápido Los nuevos diseños de cordajes incluyen un elemento novedoso, los ganchos especiales a los que va sujeto el cordón, que por un lado garantizan un cierre eficiente, y por otro permiten desprender el calzado con un solo movimiento. Se trata de una comodidad adicio- nal para el trabajador, pero también de una ventaja a la hora de atender accidentados. • Membranas impermeables y transpirables El calzado debe proporcionar, además de una protección frente a impactos, aplastamientos o compresiones, resbalamientos, cargas electrostáticas, pinchazos, etc., una protección frente a las condiciones climáticas y las temperaturas de frío a las que son sometidos los pies, manteniéndolos secos y con una sensación térmica adecuada en todo momento. Impermeabilidad, transpirabilidad y aisla- miento térmico son los tres requisitos que debe cumplir un calzado de protección si va a ser utilizado en condiciones climatológicas adversas. Los trabajos al aire libre, con tiempo lluvioso o frío, o bien trabajos en interior y exterior, donde el pie se somete a diferen- cias de temperatura, pueden producir incomodidad y molestias al trabajar debido a una mala evacuación de la transpiración y pene- tración de humedad, así como una temperatura no adecuada para el trabajador. Para conseguir el confort de los trabajadores en los pies es esencial la incorporación de membranas impermeables y transpirables. Con el uso de esta membrana se aseguran las tres condiciones fundamentales: la evacuación del sudor; la estanqueidad frente la entrada de agua, según norma EN ISO 20344; y por último, la simultánea obtención de la confortabilidad térmica, aspecto tan necesario en las épocas de frío con temperaturas extremas.