Técnicas de protección PROTECCIÓN LABORAL 59 | 2oTrimestre09 de los equipos y conocedor de sus peligros. - Empleo de cuchillos con mango antidesli- zante. - Mantener los cuchillos bien afilados, utili- zando siempre los adecuados a cada tarea. - Comprar máquinas y utensilios seguros, que tengan el marcado CE. - No emplear las máquinas y herramientas para trabajos distintos de aquellos para los que fueron diseñadas. - Usar los equipos de protección individual que sean necesarios en cada operación. Aunque sean de escasa importancia, los cor- tes generan un coste económico. Como mínimo, el trabajador herido y el encargado de los primeros auxilios deberán ausentarse de su puesto de trabajo. Sin que sea descar- table la potencial contaminación del pro- ducto con sangre del trabajador herido. Además, el trabajador que sufre cortes menores y heridas en las manos puede pade- cer una serie de problemas como infeccio- nes, daño de estructuras subcutáneas, irrita- ción severa y cicatrices. Los cortes severos pueden saldarse con problemas crónicos de rigidez y falta de movilidad en la mano, hecho que limita la velocidad y precisión del trabajador. En los casos graves, puede llegar- se a la pérdida de la sensibilidad táctil y la fuerza, circunstancia que es invalidante e impide la normal realización del trabajo. Por desgracia, entre los riesgos mecánicos del sector Horeca no todos son tan eviden- tes como los cortes. Existen riesgos físicos insidiosos, como los producidos por vibra- ción, y que hemos tratado ampliamente en esta serie de artículos. Sólo añadir a este respecto que las vibracio- nes pueden originar problemas en las articu- laciones, y el síndrome de los dedos blancos (falta de riego sanguíneo por lesión angio- neurótica). Son fuente de vibraciones la maquinaria y los equipos utilizados en el procesado o preparación de los alimentos, por ejemplo, el uso de batidoras, cuchillos y sierras eléctricas y, en general, cualquier aparato electro-portátil. • Las quemaduras Las quemaduras de la piel son el mayor peli- gro al que se ven expuestos los trabajadores del sector Horeca. Las lesiones por este motivo varían desde ligeras escaldaduras superficiales hasta quemaduras de tercer grado, de gravedad y consecuencias impre- decibles. Las fuentes de peligro son los recipientes de cocina, hornos, fogones, vajilla de hornos, fuegos, vapores y freidoras. Precisamente estas últimas son responsables de las quema- duras dérmicas por salpicadura de aceite caliente mientras se cocina o al introducir los alimentos en el aceite hirviendo; al aña- dir, filtrar o retirar el aceite, o cuando se lim- pian las parrillas y freidoras aún calientes. Como medida precautoria se evitará un lle- nado excesivo de aceite de estos equipos (comprobando el termostato de la freidora antes de introducir los alimentos), así como trabajar provisto de equipo de protección personal: guantes, delantales y ropa de manga larga. Otras medidas de seguridad más que lógicas son efectuar el cambio de aceite de las freido- ras en frío y, en general, en la cocina, orientar los mangos de los recipientes hacia el interior de los fogones para evitar caídas accidentales. Desde el punto de vista térmico, no sólo han de evitarse las quemaduras, también debe conseguirse que en las instalaciones Horeca la temperatura ambiente se sitúe dentro de unos valores aceptables. Los centros de traba- jo deberán estar convenientemente acondi- cionados ya que las temperaturas extremas (por falta de ventilación adecuada) son causa de accidentes. Pese a nuestro reiterado dis- curso en favor del uso de guantes, es muy probable que un trabajador sometido al estrés térmico de una cocina mal diseñada sienta pocas ganas de enfundar sus manos en unos guantes, aunque éstos sean ventilados. Muchos accidentes no se producen capricho- samente, sino que son una concatenación de causas. Para evitarlos no pueden dejarse cabos sueltos ni circunstancias al azar (nos referimos obviamente al confort térmico de las instalaciones). •Dermatitis y onicomicosis La seguridad, salud y la higiene de las manos no tienen alternativa, o si la tienen, ésta es más que lamentable y se manifiesta en forma de enfermedades... y su consiguiente corola- rio: la discapacidad. La dermatitis y la onicomicosis (hongos en las uñas) son dos afecciones de graves con- secuencias para los trabajadores de la hoste- lería-restauración, que aparecen como con- secuencia del descuido en la higiene de las manos. No son inmediatas, sino el resultado de una exposición mantenida en el tiempo. La dermatitis no es una cuestión menor. Más de la mitad del tiempo perdido por enferme- dades profesionales tiene como causa esta dolencia, un problema para las empresas y, sin duda, para el sujeto paciente. La dermatitis, que aparece como consecuen- cia de unas condiciones insalubres para la mano, tiene un aspecto y consecuencias desagradables, desembocando en muchos casos en incapacidad laboral, u otros proble- mas de salud más serios si no se sigue un tra- tamiento rápido e intensivo.