Técnicas de protección PROTECCIÓN LABORAL 59 | 2oTrimestre09 La protección de las manos en la hostelería, restauración y el catering Manos, en primera línea de riesgo Unas manos sanas y saludables son necesarias para poder trabajar con ellas. Pero este requisito es fundamental en la hostelería-restauración por una más que evi- dente necesidad de seguridad alimentaria e imagen. Descuidar este aspecto puede afectar directa e indirectamente a los usuarios –salud incluida- de este sector de servicios. Como ocurre en otras actividades, en la hostelería, la mano está casi siempre en primera línea ante las agresiones, y sobre todo la piel, nuestro envoltorio-interfa- ce con el mundo. dichos trabajadores son los “la primera fila”, es decir, los que tratan directamente con los clientes (camareros-as, personal del servicio de comedores, barmans, etc.). La salud de las manos es fundamental para la calidad de vida de los trabajadores del sector Horeca y, además, para evitar la propagación de una indeseable contaminación cruzada debido a la manipulación de los alimentos. Ya sabe- mos que, en condiciones normales, los pro- blemas de higiene alimentaria no son ajenos al sector. El riesgo se incrementa si los mani- puladores de alimentos no gozan de unas manos saludables sin tacha. Expuesta la situación que entendemos que es la deseable, hay que volverse hacia la rea- lidad, que no es otra que la de una elevada siniestralidad que afecta a las manos de res- tauradores, cocineros o camareros. Estadísticas generales constatan que un tercio de los accidentes laborales que suponen baja laboral de 3 o más días afecta a las manos. Y es que nuestra principal herramienta de tra- bajo está sometida en la hostelería a agresio- nes múltiples y a menudo combinadas. Los productos químicos son la principal causa de las enfermedades de la piel. Los accidentes, incluso sin baja laboral, oca- sionan costes indirectos, que son soporta- dos por la empresa, principalmente a causa de las horas de trabajo perdidas (disminu- ción de la productividad debido a la desmo- tivación, sustitución por otra persona que, por razones obvias, tendrá menor rendi- miento, contratación y formación de una persona de sustitución, etc.). En general, los costes indirectos multiplican por cuatro la cuantía de los costes directos. Si el panorama es sombrío en el ámbito de la empresa, no es mejor el resultado que ofre- cemos como país. Ya sabemos por las esta- dísticas que somos de los que más tiempo pasamos en el trabajo, pero los que obtene- mos una productividad más baja. Nada de Tomás Bodero Sáiz* No es gratuito insistir, una vez más desde esta serie de artículos, en que las manos, nuestra principal herramienta de trabajo, deben ser objeto de atención preferente por los riesgos que afrontan en esta actividad. Actuar correc- tamente no sólo evitará sufrimientos innece- sarios y pérdida de productividad empresa- rial, sino que redundará en unos generosos retornos de la inversión destinada a seguri- dad. ¿Quién no sabe a estas alturas que la seguridad es una inversión rentable? ¡Y mucho más rentable que la mentalidad reacti- va cuando el accidente ya ha ocurrido! Manejando el riesgo “Horeca” “HoReCa” es el acrónimo o abreviatura de Hostelería, Restauración y Catering. Las exigencias del sector son la protección del trabajador y la seguridad alimentaria, sin olvidar la imagen. Todos retenemos en nues- tra memoria la impresión de ese camarero (o camarera) con manos enrojecidas y abotar- gadas –especialmente en tiempo invernal- por un trabajo duro y una inadecuada pro- tección. Nada más contraproducente para la empre- sa que unos empleados con las manos dete- rioradas o lesionadas, especialmente si