1oTrimestre09 | PROTECCIÓN LABORAL 58 Técnicas de protección ciones que contengan cables eléctricos. • Asimismo, se debe evitar que el puesto de soldadura esté sobre zonas húmedas y, en cualquier caso, se debe secar adecuada- mente antes de iniciar los trabajos. • En cuanto a conexiones y cables, se debe instalar el interruptor principal cerca del puesto de soldadura para que, en caso necesario, se pueda cortar la corriente. Conviene instalar los principales cables de alimentación en alto y conectarlos poste- riormente. • Antes de iniciar la soldadura, procedere- mos a desenrollar el cable del electrodo, verificando los cables de soldadura para comprobar que su aislamiento no ha sido dañado y dejan al descubierto algún hilo desnudo. • No sustituir los electrodos con las manos desnudas, con guantes mojados o en el caso de estar sobre una superficie mojada o puesta a tierra; tampoco se deben enfriar los porta-electrodos sumergiéndo- los en agua. • El soldador debe tener cubiertas todas las partes del cuerpo antes de iniciar los tra- bajos de soldadura. La ropa manchada de grasa, disolventes o cualquier otra sustan- cia inflamable debe ser desechada inme- diatamente, así como la ropa húmeda o sudada, que, por efecto de la humedad, se hace conductora, condiciones en las que puede ser peligroso tocarla con la pinza de soldar. Por añadidura no deben realizar- se trabajos de soldadura lloviendo, o en lugares conductores, sin la protección eléctrica adecuada. En trabajos sobre ele- mentos metálicos, es necesario utilizar cal- zado de seguridad aislante. Riesgo químico En la soldadura y el oxicorte se producen contaminantes atmosféricos, como humos y gases, procedentes de diversas fuentes. Entre éstas, el metal que se suelda, el metal de la varilla de aportación, cualquier recu- brimiento metálico del elemento que se suelda o de la varilla de metal de aportación (por ejemplo, zinc y cadmio procedentes del recubrimiento electrolítico), pintura, grasa, residuos y otros contaminantes por el estilo (óxido de hierro) presentes en la superficie del elemento que se suelda. Si la soldadura se hace al aire libre, el efecto de esta contaminación-polución se minimiza. En locales cerrados, los humos y los gases se eliminarán en la fuente mediante ventilación local por extracción. La ventilación puede resolverse confinando el proceso de soldadu- ra en espacios específicos y cerrados o insta- lando campanas que produzcan una corrien- te de aire a una velocidad suficiente como para capturar y evacuar hacia la atmósfera los humos de la soldadura. A simple vista podría pensarse que los ries- gos químicos de la soldadura sólo afectarían al sistema respiratorio del soldador. Por des- gracia, también afectan a las manos. Una mano sin protección está expuesta a los con- taminantes químicos de la soldadura, que se van depositando en la epidermis. En el mejor de los casos, tendríamos unas manos sucias. Pero ya sabemos que dichos contami- nantes pueden desencadenar procesos alér- gicos (ello depende de la susceptibilidad de cada individuo). Así, las manos desprotegi- das contraerán, con toda probabilidad, una dermatitis, con la posibilidad añadida de