4oTrimestre08 | PROTECCIÓN LABORAL 57  Noticias les tradicionales, y flexible, conservando todas sus propiedades pese a la flexión. El punto de fusión del Dyneema está en torno a los 150o C. La tenacidad de la fibra aumenta con temperaturas inferiores a los 0o, por lo que el margen de usos está com- prendido entre los valores térmicos negati- vos y los 80-100o C. Las exposiciones, de corta duración, a temperaturas más altas no afectan a las propiedades de la fibra. La extrema resistencia y elasticidad del Dyne- ema ha propiciado su uso para la fabricación de tejidos, género de punto, cordajes, protec- ción balística y, por supuesto, guantes resis- tentes al corte, punción e impacto. Las razones para el empleo de esta fibra en los guantes anti-corte son obvias: resistencia (tenacidad combinada con una buena flexibi- lidad), ligereza, alta absorción de energía (condición necesaria para atenuar las fuerzas mecánicas que pueden actuar sobre la mano, lesionándola), durabilidad (es una fibra crista- lina, resistente al agua, humedad, productos químicos, radiación UV y microorganismos). Los guantes fabricados con Dyneema se bene- fician también de la alta resistencia de la fibra al lavado y al desgaste debido al uso, condi- ciones que aseguran las prestaciones origina- les del guante sin envejecimiento del mismo. Fabricada en Heerlen (Holanda) y en Green- ville, Carolina del Norte (USA), Dyneema se usa también en protecciones anti-balísticas para cuerpos policiales y fuerzas armadas. Royal DSM N.V. crea productos innovadores y servicios que mejoran la calidad de vida y se emplean en diversos mercados y aplica- ciones, promoviendo un estilo de vida más sano, sostenible y plácido. Entre sus múlti- ples mercados finales se encuentra el de la protección de la vida. Con una plantilla mundial de 23.000 personas r instalaciones en los cinco continentes, DSM tiene una fac- turación anual de 8,8 billones de euros. Los guantes Showa ayudan a cosechar victorias olímpicas Olímpica fue la victoria de los regatistas gui- puzcoanos, Iker Martínez y Xabier Fernán- dez, que obtuvieron una medalla de plata en la competición de vela de los Juegos Olímpi- cos de Pekín, aunque moralmente son los legítimos acreedores al oro. Los regatistas, equipados con los guantes Showa, modelo 310, manifestaron tener un “sentimiento raro” tras ser desposeídos del oro, y mostraron su desacuerdo con la deci- sión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), que falló a favor del equipo danés, que había cruzado la meta de la “Medal Race” en séptima posición con el barco del equipo croata, toda una serie de irregularida- des que no fueron tenidas en cuenta por la arbitrariedad del TAS. Dos Juegos Olímpicos, dos medallas, una de oro -en Atenas 2004-, y una de plata, en Pekín, es un brillante palmarés para unos navegan- tes aguerridos que protegen sus manos con la experimentada tecnología de Showa. Como Miren Azkarate, portavoz del gobier- no autónomo vasco, Showa y su represen- tante para España y Portugal, Tomás Bodero, dan la enhorabuena a los deportistas guipuz- coanos después de “todos los ires, venires y sinsabores” por los que debieron de pasar. Además, Showa expresa el orgullo que sien- te de haber equipado a los campeones, quie- nes ya piensan en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Actividad extrema La navegación a vela, máxime en la categoría de competición, supone una seria amenaza para la integridad y salud de las manos, la herramienta –casi pensante- que sirve para controlar los aparejos y efectuar las manio- bras de la embarcación. Las manos del navegante de pequeñas embarcaciones de vela sufre riesgos físicos (abrasión, irritaciones, laceración, fatiga de las articulaciones); y térmicos (frío o calor excesivos, transpiración), condicio- nes que influyen en el estado de las manos y, como consecuencia, en las prestaciones de los tripulantes. En cualquier actividad –más cuando se trata de una actividad extrema- las manos deben estar protegidas por un guante que actúe como si de una segunda piel se tratara, que proteja sin interferir la destreza y el agarre para tirar de un cabo, manejar la botavara o corregir el timón en un ambiente salino y húmedo. En estos casos, se impone el uso de guantes sin costuras para evitar rozaduras y escoriaciones en la piel, circunstancia que mermaría de forma dramática la capacidad operativa de la mano, arruinando el dominio en cualquier prueba deportiva. Guantes Showa 310 en tres colores: verde, naranja y negro Entre sus múltiples atributos, el Showa 310 aporta seguridad y rentabilidad. Creado hace casi 30 años, este guante continúa sien- do todo un referente para el mercado inter- nacional. El secreto de un éxito tan durade- ro lo encontramos en el proceso de fabricación. Ciertamente, el 310, como el resto de guantes de Showa, es un producto de muy alta tecnología, comprobado por un sistema de control de la calidad tan riguroso que garantiza una fabricación de “cero defectos”. Pero semejante éxito también se debe al perfecto control del proceso de recubrimiento, consistente en aplicar el látex 100% en un guante cuidadosamente confeccionado en género de punto, sin cos- turas, a partir de un hilo de algodón-poliés- ter de muy alta calidad. Durante años, una legión de imitaciones del guante Showa 310 han estado invadiendo el