2IonTrfimoesrtrme04a|cPRiOóTnECCeIÓmN LApBOrReAsL 3a9rial InfoPRrOmTECaCIÓcNióLAnBOReAmL 39p|r2eoTrsimaerstirea04l Grupo Garsan Sianor Sistemas anticaídas: ¿Cuál? ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Es el suelo lo que detiene una caída? El Grupo Garsan-Sianor líder en merca- do de la seguridad laboral con una amplia gama de soluciones de protec- ción anticaídas da respuesta a estas preguntas ofreciendo una cualificada opinión de los sistemas anticaídas que existen en el mercado y dónde se insta- larían. Si nos dijeran que valoráramos la cali- dad de vida de la sociedad en que vivi- mos, basándonos en, por ejemplo, los hábitos de ocio o calidad de nuestras viviendas, o esperanza de vida, segura- mente casi todos daríamos el aprobado a esta nuestra sociedad, que no es sino un reflejo de nosotros mismos. Ahora bien, si el juicio lo tuviéramos que emi- tir en base a los hábitos relacionados con la seguridad laboral, sería justo pensar que, basándonos en las cifras de siniestralidad laboral, todavía nos hallemos lejos del aprobado. Dar la mejor solución en base a las necesidades de cada cliente El avance social en lo relacionado con la segu- ridad ha hecho que exista una demanda de productos específicos para cada uno de los riesgos, gracias a la cual se han desarrollado tecnologías para dar, con la mayor eficacia y eficiencia, soluciones a los problemas deriva- dos de cada riesgo en particular. En lo relativo a las caídas a distinto nivel hay un gran abanico de productos para dar la mejor solución en base a las necesidades de cada cliente y en cada situación, pudiendo variar el sistema y el material de fabricación del mismo. A continuación haremos un repa- so a aquellos sistemas anticaídas, que existen en el mercado y dónde se instalarían. Muy importante a la hora de instalar un “Sis- tema anticaídas” son los “certificados” tanto del fabricante del sistema como del instala- dor, certificados que garantizan la correcta instalación del sistema, así como que se reci- ba la “formación” adecuada en el uso del sis- tema, con el fin de evitar tanto un mal uso como el abuso del mismo, con el consi- guiente riesgo para el operario en cualquie- ra de los casos. Simplificando las zonas de riesgo en base a: - Que vayamos a realizar un ascenso en ver- tical (escaleras torres, etc....): tenemos los sistemas anticaídas verticales. - Que nuestra actividad se vaya a realizar en una superficie situada en altura (cubiertas, tejados, carriles de rodadura, cubas de camiones etc....): tenemos los sistemas anti- caídas horizontales. - Que la zona se halle perfectamente limitada en una superficie menor (sobre una maqui- na, un ventanal, etc....): tenemos los puntos de anclaje. Sistemas verticales Estos a su vez se dividen en dos clases: Fle- xibles Norma 353XX y Rígidos Norma 353XX. Ambos son igualmente válidos como elementos de salvación en caso de caída, estando la diferencia entre uno y otro en su comodidad en el uso y en el precio de coste. Se instalarían en escaleras existentes, o puede ser que se presente integrado en un conjunto único de riel con los peldaños, con lo que cumple la función de dispositivo de retención con la estructura de escalera. Los hay fijos, quedando estos instalados defi- nitivamente en la estructura o provisionales, la instalación de los cuales tendría la dura- ción de los trabajos acometidos, procedien- do a su retirada una vez realizado el trabajo. Sistemas horizontales Al igual que en los verticales, aquí nos encontramos con los rígidos y los flexibles, así como fijos y provisionales. Es habitual, cuando las superficies a cubrir son muy extensas, la utilización de dos siste- mas combinados, que permiten el desplaza- miento en los dos ejes, longitudinalmente y transversalmente con respecto, por ejem- plo, a la cumbre de una cubierta o tejado, combinándose un sistema horizontal con uno vertical.