Técnicas de protección PROTECCIÓN LABORAL 57 | 4oTrimestre08 ral, según sea el quebrantamiento de dicha barrera). Por supuesto, la exposición tam- bién puede darse por vía respiratoria y digestiva. La entrada de los agentes biológicos por vía dérmica puede ser a consecuencia del con- tacto directo, pinchazos, mordeduras, cor- tes, erosiones, salpicaduras, etc. La contaminación de los trabajadores de laboratorios y hospitales suele darse por el contacto –a través del quebrantamiento de la capa dérmica- con fluidos biológicos, sien- do el más universal de los mismos la sangre. Seguramente también sea, con diferencia, el que más accidentes biológicos o infestaciones produzca entre los trabajadores del sector. La sangre como riesgo laboral Los trabajadores de la salud y los de los labo- ratorios corren el riesgo de exposición ocu- pacional a patógenos de la sangre, como el virus de la hepatitis B (VHB), el de la hepati- tis C (VHC), y el virus de la inmunodeficien- cia humana (VIH), que puede provocar el SIDA. Las exposiciones ocurren por pincha- zos accidentales con agujas u otros objetos afilados o punzantes que están contaminados con sangre infectada, o por contacto dérmico con la sangre del paciente infectado. Si bien es cierto que la mayoría de exposi- ciones no ocasionan una infección, no con- viene tentar a la ‘suerte’, que depende de hechos objetivos como son el tipo de pató- geno implicado, el tipo de exposición, la cantidad de sangre en la exposición, la con- centración del virus en la sangre del pacien- te en el momento de la exposición... El riesgo promedio de infección por VIH después de una exposición (por un pincha- zo de aguja o corte) a sangre infectada es aproximadamente del 0,3%, o 3 casos de cada 1.000. La exposición a través de la piel provocaría infección en el 0,1% de los casos. El riesgo es mayor si la piel del “receptor” se encuentra dañada, si el contacto es en un área grande o se prolonga en el tiempo. De todos modos, estas cifras sólo son espe- culaciones estadísticas. Ningún profesional querrá padecer la incertidumbre de un posi- ble contagio por más que la estadística indi- que que sólo se da en un 0,3% de los casos de punciones accidentales. El mejor reme- dio es la prevención, y ésta pasa por el empleo del sentido común, medidas de auto-protección y, naturalmente, el empleo de guantes adecuados que neutralicen la acción de agujas, escalpelos, lancetas y otro instrumental cortante empleado en hospita- les y laboratorios que puede convertirse en nuestro enemigo biológico. Las técnicas de seguridad empleadas gene- ralmente son: no volver a tapar a mano las agujas, desechar agujas usadas en recipien- tes apropiados de eliminación de objetos punzantes o cortantes, y usar instrumental con mecanismos de seguridad que previe- nen lesiones. Los temidos pinchazos Se constata que el mayor número de acci- dentes laborales con material biológico se producen en el colectivo de Enfermería y más concretamente en las áreas quirúrgicas y médicas, seguido de los laboratorios y ser- vicios de extracciones. Según datos del Sin- dicato mayoritario de Enfermería, un 89% de las exposiciones accidentales serían inocula- Blindaje contra cortes, laceraciones y punción Tomás Bodero cuenta en su amplia oferta con guantes basados en tejidos de altas prestaciones reforzados con un “escudo” o “armadura” de diminutas corazas que se encuentran adheridas al tejido. Así se obtiene una inigualable protección frente a objetos punzantes. Además, la propia arquitectura del material barrera confiere una protección superior contra la punción (agujas en el sector sanitario, por ejemplo). Ello se debe al mínimo espacio existente entre cada una de las corazas protectoras y al uso de diferentes capas. Si un objeto punzante interesa la superficie del tejido, queda detenido entre sus capas cuando entra en contacto con la armadura interna. En los centros asistenciales se desechan miles de jeringuillas contaminadas diariamente. No por extraño es menos cierto que muchas de estas jeringuillas, potencialmente peligrosas, no acaban en la basura hospitalaria, sino en la lavandería del hospital. Los guantes para la protección contra los pinchazos ayudan a prevenir millones de acci- dentes de los trabajadores de estos servicios. Entre las soluciones avanzadas para la protección de las manos que proveemos desta- camos los de nuestra distribuida HexArmor: modelos con alta resistencia contra las agujas hipodérmicas como el 7080 de nitrilo, el manguito AG8TW o el 3041 con pro- tección agujas en palma y dorso