3oTrimestre08 | PROTECCIÓN LABORAL 56 Congresos, jornadas y eventos que suponen riesgos similares, según los especialistas (basta recordar que las fibras de amianto no son más que partículas nano). El amianto fue considerado un producto milagroso durante la mayoría del siglo XX, y fue utilizado intensivamente en la construc- ción y la fabricación. El amianto ha sido pro- gresivamente prohibido en Europa y Norte América desde los años 70, cuando los efec- tos cancerígenos debidos a su exposición se hicieron evidentes. En 2005, el amianto fue prohibido en la UE, y muchos países siguie- ron su ejemplo. Por el momento, unos cua- renta países han prohibido el que pasó de considerarse como mineral mágico a polvo asesino. Sin embargo, las importaciones y el uso de amianto se han incrementado en una impor- tante parte del mundo, y estudios de la India y Tailandia aseguran que el prolífico uso del amianto está exponiendo a los trabajadores a importantes riesgos laborales. La Organiza- ción Mundial de la Salud (OMS) estima que en el sur-este asiático es donde hay un mayor número de trabajadores expuestos directamente a los riesgos del amianto. La situación es doblemente grave: por un lado, el amianto sigue empleándose en la cons- trucción, y por otra parte, los países occi- dentales, deseosos de librarse del problema, envían a extremo oriente chatarra contami- nada para su desguace (Portaaviones Cle- menceau, etc.). · Nanotecnologías: ¿oportunidad o riesgo? ¿Pueden las nanotecnologías ser asociadas con los mismos riesgos que el amianto? Este tópico fue el foco de interés de otras sesio- nes del congreso y de las reuniones de la ISSA. Las diminutas moléculas de carbono tienen propiedades que son usadas en las tecnologías avanzadas y en el creciente sec- tor de la industria para el desarrollo de pro- ductos sin precedente en la actualidad. Pero no todo son ventajas. “La nanotecnolo- gía contiene diminutas fibras que pueden provocar múltiples enfermedades, similares a las que causa el amianto”, dijo el Dr. Mar- kus Berges, miembro del Institute for Occu- pational Safety and Health. “Tenemos mucho que investigar para entender y dis- tinguir entre las nanopartículas seguras y las que no lo son. Hemos de hacerlo bien,” con- cluyó el científico. “La nanotecnología representa una enorme oportunidad, pero a su vez, contiene unos riesgos muy serios para la seguridad y la salud laboral de los trabajadores que la mani- pulan. Nosotros deberíamos identificarlas y controlarlas,” dijo el Dr. Jorma Rantanen, presidente de la International Commission on Occupational Health, quien añadió: “Debemos anticiparnos con las nanotecno- logías para evitar el desastre que ya se ha producido con el amianto, en el siglo XX, y que provocará decenas de miles de muertes de origen laboral en décadas venideras”. Un desastre global El impacto total del amianto en la salud humana no puede ser medido. Los efectos del amianto provocan enfermedades que pueden aparecer entre 20 y 60 años después de haber sufrido una exposición regular, y son pocos los países que disponen de datos fiables. Sin embargo, estudios epidemiológi- cos y la experiencia médica confirman que el efecto en la salud de los trabajadores no sólo es dramático, sino insidioso (la enfer- medad puede estar latente durante años de exposición sin mostrar su cara oscura). En Alemania, más de 50.000 casos de enfer- medades relacionadas con el amianto han salido a la luz. En el Reino Unido, se ha esti- mado que 120.000 personas son víctimas de exposición al amianto, y uno de cada cien hombres nacidos en la década de los 40 está afectado por la asbestosis. Anualmente, como mínimo 100.000 perso- nas de todo el mundo mueren por enferme- dades relacionadas con el amianto, repre- sentando por encima del 54% de los cánceres de origen laboral. “El amianto es un desastre global”, dijo el Dr. Klaus Bartels, experto de la ISSA organi- zador del simposio. “A pesar de los efectos dañinos sobre la salud de los trabajadores y el negativo impacto en la economía, todavía se extraen en todo el mundo alrededor de 2,5 millones de toneladas de amianto anua- les”, indicó el ponente. Existen estudios que concluyen que el núme- ro de víctimas del amianto va a verse incre- mentado durante otros 5 o 10 años (periodo de latencia), incluso en países que han prohi- bido el amianto, según el Dr. Kurt Straif, de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer. “Se necesita una acción urgente y rigurosa, particularmente en los países en vías de desarrollo, para evitar una segunda oleada, incluso más grande, de desastres glo- bales provocados por el amianto”. El amianto y su impacto en la seguridad laboral fue causa de una importante reu- nión de la Comisión Especial de Preven- ción de la ISSA, que redactó una Declara- ción para prohibirlo en 2004, tras la cual pidió su prohibición en todo el mundo. Desgraciadamente, el “polvo asesino” aún cuenta con muchos partidarios, movidos con frecuencia por intereses mercantiles y económicos. Clausura del Congreso de Seúl Jean-Luc Marié, presidente de la comisión especial de prevención de la AISS, dijo en su discurso de clausura, el 2 de julio: “Constato que en los países que cuentan con políticas de prevención de riesgos pro- fesionales son los más avanzados, global- mente el número de accidentes de trabajo baja, pero el número de enfermedades pro- fesionales aumenta, así como los nuevos riesgos emergentes (riesgos psicosociales). En este entorno, nuestra misión es poner a disposición los útiles, los recursos para pro- teger a los buenos trabajadores -el público o las empresas sensibilizadas... -y al mismo tiempo avanzar en las sensibilización de los más díscolos (aquéllos y aquéllas que no son receptivos al contenido de nuestros mensa- jes. Estoy pensando por ejemplo en las pequeñas y medianas empresas, en el sector informal y también en los trabajadores even- tuales, frecuentemente empleados en secto- res cuyos riesgos son particularmente altos. La comunicación es fundamental y debe ser uno de los pilares de la prevención de los ries- gos profesionales. Las campañas de informa- ción a través de los medios de comunicación de masas son obligatorias para poder llegar a los asalariados. Hoy día tenemos a nuestra dis- posición unas herramientas formidables que nos permiten por ejemplo formar a distancia a las personas. Estoy convencido que la ambi- ción de una cultura de prevención mundial no sólo es posible sino que es necesaria para seguir prosperando”. Àlvar Domene Cobo*