3oTrimestre08 | PROTECCIÓN LABORAL 56 Protección, seguridad e higiene de las manos Guantes de protección para bomberos Estos guantes, certificados por la EN 659, pertenecen a la categoría III, y por sus características especiales permiten trabajar durante largos periodos de tiempo en pre- sencia de calor y llama. Además de cumplir con los requisitos generales para todos los guantes (EN 420), los guantes de bomberos tienen unos requisitos específicos en cuan- to al tallaje para hacerlos compatibles con las mangas del vestuario de protección. Otros requisitos se basan en el comporta- miento frente a la abrasión (prestación mínima de nivel 2: 500 ciclos), resistencia al corte, desgarro y perforación (EN 388). Finalmente, los requisitos térmicos fijan el comportamiento frente a la llama (si el material funde no debe formar gotas, y la costura, en la zona de aplicación de la llama, no debe abrirse después de un tiem- po de exposición de 15 segundos), calor convectivo, radiante y de contacto, resis- tencia del material del forro al calor, dexte- ridad, permeabilidad al agua. Atendiendo a las propiedades especiales, los guantes aislantes se clasifican en otras seis categorías, con especiales características de resistencia frente a determinados productos o circunstancias (ácido, aceite, ozono, etc). La capacidad de aislamiento depende del gro- sor del látex (material elastómero con el que está fabricado el guante). El grosor máximo (clase 4) no puede superar los 3,60 mm. por- que se reduciría la flexibilidad del guante. siguientes velocidades de rotación de la cadena: clase 0, 16 metros/seg; clase 1, 20 metros/seg; clase 2, 24 metros/seg; clase 3, 28 metros/seg. Guantes y manoplas aislantes para trabajos eléctricos La norma que fija los requisitos y métodos de ensayo de este EPI de la categoría III es la EN 60903. Los guantes se clasifican por su clase y sus propiedades especiales, según una relación vigente para toda la Unión Europea o países donde se aplican las nor- mas EN. Dentro del segmento de guantes aislantes, existen seis clases, que están determinadas por unos valores de tensión de prueba y ten- sión mínima soportada. Las tensiones de prueba (ver cuadro) abarcan desde los 2.500 a los 40.000 voltios. Guantes protectores contra sierras de cadena Están diseñados para proteger contra los riesgos mecánicos que implica el uso de las motosierras. No obstante, como señala ASE- PAL en su Guía de Selección de Equipos de Protección Individual, conviene tener muy presente que “no existe ningún equipo de protección individual que pueda asegurar una protección al 100% contra el corte por sierras de cadena accionadas a mano”. Estos guantes confieren un elevado grado de protección gracias al empleo de fibras que tienen una alta resistencia al corte y absor- ben la energía rotacional frenando o, inclu- so, bloqueando el movimiento de la cadena. La norma específica (EN 387-1) define dos diseños diferentes: el guante de cinco dedos (protección en el dorso del metacarpo), y la manopla (protección integral del dorso de la mano y los dedos, excepto el pulgar). Ambos diseños son siempre de la mano izquierda (se supone que la motosierra se manejará siempre con la derecha, lo que veta el manejo de este equipo a los zurdos). El principal requisito funcional es la resis- tencia contra el corte. Ésta se evalúa, según exigencias de la UNE EN 381-4, con las Guantes de malla metálica y protectores de brazos Se usan en aquellos trabajos en que el cuchi- llo se mueve hacia la mano y el brazo del usuario, especialmente cuando se trabaja con cuchillos manuales en carnicerías, industrias del procesado de la carne, pesca- do o marisco, en grandes establecimientos de restauración y en operaciones de deshue- sado de carne, caza o aves. Este tipo de pro- tección (EPI de la categoría II) está disponible en forma de guante de cinco dedos (llega hasta la muñeca), guante con manguito corto (mínimo de 75 mm.) y guante de manguito largo (hasta la parte superior del antebrazo). Los protectores de los brazos pueden ser de malla metálica, materiales plásticos u otros materiales rígidos. Los principales requisitos están referidos a la resistencia a la tracción (los anillos, pla- cas o uniones de la malla metálica deben resistir fuerzas de hasta 100 N), resistencia a la penetración (la penetración media no será superior a 10 mm.), los materiales deben estar exentos de aristas vivas o superficies rugosas, y deben mantener sus propiedades de protección después de la limpieza y esterilización según las instruc- ciones del fabricante. Este tipo de protectores también se fabrican en materiales distintos a la malla metálica, como es el caso de fibras textiles, cueros y otros materiales flexibles, siendo requisito que éstos se mantengan en su posición pese a las fuerzas que habrán de soportar durante el trabajo.