2oTrimestre08 | PROTECCIÓN LABORAL 55 A la vanguardia de la protección una nave almacén, tienen los riesgos propios del área de logística. Por su parte, la red de dis- tribución comercial está principalmente afec- tada por el riesgo de los accidentes de tráfico. Las obras, en tanto que universo cambiante, no pueden disponer de mapas de riesgos, aun- que este recurso sí se aplica en establecimien- tos fijos. Al respecto, Noelia Fernández expli- ca que “hemos desarrollado el mapa de riesgos en nuestra fábrica de Valdemoro, donde hemos reflejado los riesgos de cada puesto y sección. En el mismo se definen los riesgos, señalizaciones de peligro, adverten- cia, obligación, necesidad de mediciones o controles periódicos... etc. Todos los prevencionistas saben que el abc de la prevención empieza en la evaluación de riesgos, un proceso continuo que exige actua- lizaciones porque el riesgo es un concepto dinámico. Por esta razón, nuestra interlocuto- ra subraya que “tras asumir el servicio de pre- vención de forma propia, optamos por reha- cer nosotros mismos la evaluación de riesgos de todos los centros de trabajo de la empresa. Únicamente se ha requerido apoyo externo en la evaluación higiénica de la fábrica. Esta evaluación de riesgos es un documento vivo que intentamos que se encuentre siempre actualizado, con visitas periódicas e inspec- ciones a todos los centros de trabajo”. En el circuito lógico de la prevención, las eva- luaciones conducen a un plan de prevención y, finalmente, se evalúa la bondad del sistema con una auditoría. Tales son las fases por las que ha pasado Composan. Sobre la auditoría del Sistema de Gestión de la Prevención de Riesgos Laborales (SGPRL), Fernández manifiesta que “tras la constitución del Servicio de Prevención Propio en el año 2006, se solicitó la auditoría legal a una empre- sa certificadora, aprovechando para obtener conjuntamente la Certificación OHSAS 18001:1999. A espera de recibir la certifica- ción definitiva, hemos pasado ambas auditorí- as externas en septiembre del 2007, con resul- tado satisfactorio”. La implicación de las organizaciones con la prevención es fundamental para el cumpli- miento de la Ley de PRL; también se necesitan medios técnicos y humanos. La constatación es que nos encontramos ante un panorama de luces y sombras, pues no todas las empresas saben hacer sus deberes, dicho en el sentido Composan ha introducido un concepto moderno del proceso constructivo que empieza por el factor humano más literal de la expresión. Trasladamos esta cuestión a Noelia Fernán- dez, que señalaba que “cuando se dispone de un servicio de prevención propio, se cuenta con los medios y los conocimientos suficien- tes para cumplir con las obligaciones preven- tivas. En caso contrario, considero que sí es necesario contratar con un servicio de pre- vención ajeno. Pero aun externalizando la pre- vención, es preciso que alguien de la propia empresa tenga algún conocimiento preventi- vo, y figure como responsable de la gestión preventiva para poder desarrollar las pautas que nos da el Servicio de Prevención Ajeno. Obviamente –prosigue Noelia Fernández- según el tipo de empresa y la actividad que desarrolle, realizar esta evaluación de riesgos será más o menos complejo, motivado por el carácter multidisciplinar de la prevención. En Composan, por ejemplo, -explica nuestra interlocutora- disponemos en el servicio de prevención propio de las titulaciones de Obras Públicas, Arquitectura y Químicas; pero de forma interna en la propia empresa obtenemos la colaboración de otros perfiles profesionales. De forma externa hemos con- certado la Medicina del Trabajo, por lo que considero que tenemos cubiertos todos los campos que se nos presentan”. La siniestralidad Algún día será possible hablar de trabajo sin asociarlo a siniestralidad. Hoy, tal idea sigue siendo una declaración de intenciones que inspira el trabajo diario de miles de preven- cionistas. Pese a pertenecer al sector de la construcción, Composan constituye una excepción dentro de la norma del sector. “En el año 2006 –señala Fernández- tuvimos unos índices totales de frecuencia y gravedad infe- riores a la media nacional; aunque concreta- mente los del sector industrial eran algo supe- riores a los índices medios, pero eran compensados con los bajos índices en las áreas de construcción y servicios. Por ello, para el 2007, la Dirección asumió el compro- miso de reducir los índices de siniestralidad en la fábrica, objetivo que hemos cumplido reduciendo un 23% el índice de frecuencia y un 11% el de gravedad”. La Directora del Departamento de Prevención de Composan no es dada a la vanagloria por cuanto declara, en relación con los índices, que “en general, los índices de siniestralidad deberían eviden- ciar la buena o mala gestión preventiva en la empresa, aunque a veces influyen otros facto- res ajenos a la prevención, como puede ser la consideración de accidentes no laborales como tales y viceversa, tanto por parte del