4oTrimestre07 | PROTECCIÓN LABORAL 53 Técnicas de protección Foto cortesía de Ansell. Los investigadores suecos han demostrado que la utilización de un agarre de precisión para levantar objetos implica aumentos de la fuerza de agarre que anticipan los aumentos de carga. Las personas levantamos objetos conocidos de pesos diferentes en lapsos similares de tiempo, invirtiendo por norma general más o menos un tercio de segundo desde el establecimiento de contacto hasta la finalización del levantamiento. Esto impli- ca que recordamos el peso del objeto con vistas a producir un aumento adecuado de la fuerza de levantamiento, ya que el peso no puede comprobarse directamente hasta que el objeto está libre de apoyo. Al mismo tiem- po, las personas aumentamos nuestra fuerza de agarre a un ritmo equiparable al aumento de la fuerza de levantamiento, con el objeto de evitar que los dedos se nos resbalen durante el levantamiento. El control de la fuerza de agarre se considera que muestra una compensación predictiva de los cam- bios de carga durante el levantamiento. En los estudios suecos también se puso de manifiesto que la modificación de la textura de la superficie de los guantes (por ejemplo con una fricción superior como la del papel de lija y una fricción inferior como la del ante) tuvo como resultado una adaptación rápida de la coordinación agarre - carga. Por ejemplo, durante las pruebas con fricción ante realizadas tras una serie de pruebas con fricción papel de lija, la fuerza de agarre era en principio demasiado reducida, dada la disminución de la fricción, lo que provocó pequeños deslizamientos rápidamente corregidos mediante el aumento de la fuerza de agarre utilizando la información sensorial procedente del contacto cutáneo. Tras uno o dos intentos de levantamiento con la nueva superficie, la elevación inicial de la fuerza de agarre aumentó hasta el nivel apro- piado para la superficie de menor fricción, lo cual demuestra que, al levantar objetos, las personas predicen las características tanto friccionales como de carga. “el control de la fuerza de agarre se dice presenta una compensación predictiva de los cambios de carga durante el levantamiento; también somos capaces de predecir las características tanto de fricción como de carga” Posteriormente, un grupo de investigación belga demostró que, al reducir la fricción mediante la aplicación de talco, las personas mostraban acciones más lentas y tasas infe- riores de fuerza de levantamiento. El modelo de fricción de Coulomb no incluye ninguna dependencia sobre la tasa de fuerza necesa- ria, por lo que cabe preguntar qué se gana realizando con mayor lentitud un levanta- miento en condiciones de resbalamiento. Una de las posibles respuestas es que así se tiene más tiempo para detectar deslizamien- tos y utilizar la información recibida para aumentar la tasa de fuerza de agarre. El coeficiente de fricción entre la piel y un objeto agarrado depende de la hidratación de la piel. Una piel demasiado hidratada puede resultar en una pérdida de fricción. Al sudar, por ejemplo, se puede producir un contacto resbaloso, por lo que con frecuen- cia se utilizan superficies absorbentes en el equipo deportivo, como por ejemplo en las raquetas de squash. Sin embargo, una hidra- tación demasiado reducida también puede provocar una menor fricción, como en el caso del estudio de los efectos de la aplica- ción de talco. A medida que las personas envejecen, la hidratación de la piel se reduce substancialmente. Por lo tanto, las personas de 50 años experimentan un coeficiente de fricción que puede ser hasta la mitad del que experimentan las personas de 20 años. Esto quiere decir que las personas más mayores tienen que agarrar con más fuerza para man- tener el mismo margen de seguridad sobre el objeto que tengan en la mano deslizándose bajo carga. Puede obtenerse una mejora a corto plazo de la fricción humedeciendo la piel, como por ejemplo al humedecerse el dedo para contar billetes o utilizando crema hidratante. Además, la provisión de superfi- cies antideslizantes es importante en el caso de las personas mayores, especialmente dado el hecho de que experimentan una reducción de la fuerza muscular como parte del proceso normal de envejecimiento; en personas ancianas, esto puede verse agrava- do por posibles deficiencias de coordinación en los músculos que producen las fuerzas de levantamiento y agarre. Neurofisiología del agarre La coordinación del agarre y del levanta- miento durante la manipulación de objetos es en último término responsabilidad del cerebro. Recientemente, los investigadores han centrado su atención en neuroimagen funcional del cerebro para explorar las zonas del cerebro que están implicadas en la coordinación. Al comparar el levantamiento normal (en el que es necesario coordinar el agarre y el levantamiento) con condiciones en las que la mano sólo se utiliza para expri- mir (agarre puro) o en las que la carga se aplica directamente sobre el brazo (levanta- miento puro), varios grupos de investiga- ción en Suecia y Japón han demostrado que entre las zonas cerebrales responsables de la coordinación predictiva durante la manipu- lación de objetos, se incluyen el cerebelo (parte inferior posterior de la cabeza, hacia el cuello) y el córtex parietal posterior (a ambos lados de la cabeza, cerca de la coroni- lla). En este contexto, es interesante men- cionar que recientes estudios sugieren que estas zonas del cerebro podrían ser particu- larmente susceptibles a los efectos del enve- jecimiento, lo cual puede explicar una ten-