Protección ocular PROTECCIÓN LABORAL 52 | 3oTrimestre07 Protección ocular y facial: evaluación del riesgo y criterios de selección de equipos La vista es el sentido corporal con el que percibimos los objetos mediante la acción de la luz. Nos proporciona el 80% de las sensaciones que reconocemos, siendo por tanto muy importante para nuestra evolución, desarrollo, defensa y conocimiento de las cosas. Durante el trabajo diario, nuestros ojos se ven sometidos a diferentes tipos de ries- gos que deben ser identificados, evaluados y minimizados, según nos refiere la Ley de Prevención de Riesgos Laborales 31/1995. Elena Costa Ferrer* Este artículo ha sido desarrollado para ayudarle en la identificación y análisis de los riesgos oculares en el puesto de trabajo y la selección de los equipos de pro- tección adecuados a cada riesgo. Identificación de los riesgos oculares El ojo humano puede sufrir daños en el tra- bajo debido a tres tipos de riesgos principa- les, presentes en las actividades laborales: mecánicos, químicos y radiaciones. Es muy posible que nos enfrentemos a cir- cunstancias en las que dos o más de estos tipos de riesgos estén presentes en el pues- to de trabajo de forma simultánea. Es esen- cial una buena evaluación de los mismos para tener en cuenta todos los posibles fac- tores que nos puedan afectar en cada pues- to de trabajo. •Riesgos mecánicos Las operaciones mecánicas constituyen la fuente más evidente de riesgos. Provocan lesiones oculares debidas a: - Proyección de partículas. Éstas pueden ser metálicas, minerales, de madera o fibrosas. Por ejemplo, durante operacio- nes de mantenimiento talla de piedras, pulido, lijado de madera, etc. - Polvo de partículas gruesas en el aire, durante manipulaciones de cemento, talla de piedras, aserrado de madera, silos de grano, molino de harina, minería, etc. - Proyección de metal fundido o agua a alta presión, durante operaciones como colada de metal fundido, oxicorte, soldadura, decapado por aguas a alta presión, sistemas de transmisión de energía eléctrica, etc. •Riesgos químicos Se presentan de forma potencial menos evi- dente que los riesgos mecánicos, dado que a veces no somos conscientes de la posible toxicidad de los productos que manejamos. Los riesgos relacionados con las sustancias químicas líquidas (salpicaduras de ácidos o bases, etc.) son generalmente más fáciles de identificar que en el caso de los aerosoles (pulverizado de insecticidas sobre cultivos, pulverizado de lacas, pinturas, etc.), vapores o gases (visibles o no visibles), que pueden tener un efecto nocivo sobre el ojo. Además, el ojo constituye una vía de entrada más al organismo de los agentes químicos, que se introducirán desde aquí al torrente sanguíneo e irán a través del mismo a los órganos diana, si bien debemos recordar que esta vía de entrada supone un bajo por- centaje en general respecto a la respiratoria. •Riesgos por radiaciones Se denominan radiaciones ópticas a las radia- ciones ultravioletas, visibles e infrarrojas. La peligrosidad de una radiación va a depender en gran medida de su energía y su capacidad de penetración. Mientras que las radiaciones ópticas son de mayor energía que las de microondas o radio frecuencias, su capaci- dad de penetración es pequeña. Dentro de estas radiaciones ópticas, las ultravioleta son las que tienen mayor energía. Ejemplos de fuentes de radiación son lámpa- ras de incandescencia, lámparas de cuidados dentales, trabajos de soldadura, fundiciones, soplado de vidrio, secado de pinturas, etc. Efectos en la salud La fragilidad del ojo requiere mecanismos naturales de protección tales como las lágri- mas, el párpado que actúa como escudo o la órbita de consistencia ósea. Los efectos sobre la salud son diversos depen- diendo del tipo de riesgo que produce la lesión: - Los riesgos mecánicos tienen una gravedad que abarca desde una simple irritación debi- da a la entrada de polvo fino hasta la pérdi- da total de la visión provocada por impactos de elementos con una velocidad elevada. - Las proyecciones líquidas de sustancias muy ácidas o alcalinas pueden causar gra- ves quemaduras en la córnea, incluso de proyecciones de corta duración o en forma de aerosoles. Los vapores de los combustibles y ciertos hidrocarburos pueden reducir el contenido de oxígeno presente en los líquidos naturales del ojo. - Las radiaciones dependiendo de la fre- cuencia y de la intensidad tienen diferen- tes efectos desde quemaduras tipo térmi- co, queratitis, cataratas, etc. Minimización del riesgo La Ley de Prevención de Riesgos Laborales 31/1995 establece una jerarquía para la eli- minación o minimización del riesgo: - Eliminación del riesgo (protecciones en máquinas, sustitución de procesos, etc.). - Eliminar o sustituir unas sustancias nocivas por otras (irritantes oculares, sustitución de materiales pulverulentos por otros). - Minimización en origen, reducción de emi-