Observatorio jurídico PROTECCIÓN LABORAL 51 | 2oTrimestre07 Regulación vial y preventiva en los polígonos industriales La concentración de empresas en polígonos industriales ha sido una estrategia urbanística que ha posibilitado alejar el sector industrial de los núcleos urbanos, lo que ha supuesto una mejora cualitativa para dichos entornos, eliminando los pro- blemas que hacían difícil, e incluso en ocasiones incompatible, la cohabitación de usos industriales y residenciales. preventiva, el reforzar la necesidad de inte- grar la prevención en los sistemas de ges- tión de las empresas y el mejorar el control en el cumplimiento de la normativa de pre- vención de riesgos laborales. La consecu- ción de tales objetivos, en el caso que nos ocupa, necesita la intervención de diferen- tes agentes que interactúan en la gestión de los polígonos industriales, asumiendo dis- tintos roles y grados de responsabilidad. Quienes asumen mayores cotas de respon- sabilidad en la gestión de la prevención de riesgos laborales dentro de los polígonos industriales son los titulares de la dirección de dichos polígonos. Básicamente, su actuación puede contribuir a garantizar la seguridad de los usuarios del polígono al cumplir dos de los objetivos preventivos, el de fomentar una auténtica cultura preventi- va de las empresas usuarias del polígono e integrar la prevención en su sistema de ges- tión. Para ello, disponen de un instrumento fundamental como es el Real Decreto 171/2004, de 30 de enero, por medio del cual se desarrolla el artículo 24 de la Ley 31/1995, en materia de coordinación de actividades empresariales. En aplicación de este real decreto, el gestor del polígono asumirá la figura del empresa- rio titular del centro de trabajo, es decir, la persona que tiene la capacidad de poner a disposición y gestionar el centro de traba- jo, entendido como un área, edificada o no, en la que los trabajadores necesariamente han de acceder por motivo de su trabajo. Con la coordinación se ha de garantizar el cumplimiento de objetivos básicos de manera que todos los usuarios del polígono contribuyan a una aplicación coherente y responsable de los principios de la acción preventiva y conseguir un control de las interacciones de las diferentes actividades desarrolladas en el centro de trabajo, espe- cialmente aquéllas, como es el caso de la circulación de vehículos, que puedan gene- Francesc Fransí Fontanet* Asimismo, el especializar determina- das zonas del territorio a usos prefe- rentemente industriales ha contribui- do a algunas mejoras, pues dichos espacios han sido concebidos y diseñados con ese propósito y, también, han sido dotados de las infraestructuras necesarias compatibles para el uso industrial. Consecuencias preventivas Por otro lado, la creación de polígonos industriales ha tenido unas consecuencias, que desde un punto de vista preventivo y de movilidad, no podemos valorar total- mente como positivas, ya que contraria- mente a los principios que debe inspirar la acción preventiva, no solamente no se han eliminado riesgos laborales preexistentes, sino que se ha expuesto a los trabajadores a nuevos riesgos que anteriormente no esta- ban presentes. Así, por ejemplo, el hecho de tener que desplazarse al lugar de traba- jo, en ocasiones cubriendo grandes distan- cias, utilizando algún medio de transporte colectivo o privado ha supuesto una expo- sición a un riesgo probable de sufrir un accidente de tráfico con unas consecuen- cias muy severas. En esta línea de razona- miento no hay que olvidar los datos esta- dísticos sobre accidentes laborales, a título de ejemplo, son preocupantes las cifras del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales que reflejan que cuatro de cada diez acci- dentes laborales mortales son accidentes “in itinere”; si a estas cifras le añadiésemos los accidentes que ocurren en misión, es decir, durante la jornada laboral, las cifras aún serían más elevadas y, evidentemente, mucho más preocupantes. Esta situación hace necesario reflexionar sobre la relación existente entre seguridad vial y prevención de riesgos laborales en los polígonos industriales. A la problemáti- ca propia de la seguridad vial, ya que son vías abiertas al tráfico general y, por lo tanto, no restringidas a los usuarios de los polígonos industriales, se ha de añadir la confluencia de diferentes usuarios, los habituales y los que esporádicamente utili- zan dichas vías. También es importante tener en cuenta la tipología de vehículos, algunos de gran tonelaje con importantes dificultades de maniobrar; por otro lado, la concentración de actividad industrial y pro- ductiva en la que intervienen numerosas empresas que, no siempre, actúan coordi- nadamente y, finalmente, la falta de una normativa concreta, ya que la normativa general de tráfico no tiene en cuenta ni la idiosincrasia, ni las peculiaridades ni la pro- blemática concreta que se genera en los polígonos industriales. ¿Cómo hacer frente a esta situación? El tratamiento para hacer frente a esta situa- ción ha de ser el mismo que el utilizado para tratar otros riesgos sobre la salud y seguridad de los trabajadores. Para ello hemos de retomar los objetivos básicos de la normativa preventiva, recogidos de manera muy específica en la Ley 54/2003, de 12 de diciembre, de reforma del marco normativo de la prevención de riesgos labo- rales, que –recordemos- son los de comba- tir de manera activa la siniestralidad labo- ral, el fomentar una auténtica cultura