2oTrimestre07 | PROTECCIÓN LABORAL 51 Gestionar el riesgo de la construcción uno de los principales causantes de sinies- tralidad. Tras varias huelgas generales, los sindicatos han conseguido una ley de la Sub- contratación que, aunque no les satisface, es lo mejor que tenemos actualmente para poner orden o racionalizar el caos que gene- ra la subcontratación sin límite. La nueva ley, que entró en vigor en abril, reduce la cadena de subcontratas a tres y fija otros ele- mentos de control documental. La Ley Reguladora de la Subcontratación en la Construcción inaugura un nuevo modelo en el sector, tanto en las relaciones entre las pro- pias empresas como en las relaciones labora- les. Su objetivo es reforzar la protección de los trabajadores al evitar que la interposición de subcontratistas recorte sus garantías. Y, a la vez, establecer métodos de funcionamien- to para que la información entre las empresas sea más fluida y transparente. Se prevé que esta ley expulsará a 10.000 constructoras del mercado. Se trata, en su mayoría, de compañías de pequeño y media- no tamaño con menos de diez trabajadores, que operan sin ofrecer ninguna garantía laboral y que no cumplen los requisitos de transparencia del texto legislativo. La nueva ley obliga a todas las empresas a tener una organización productiva propia, contar con los medios materiales y humanos “necesarios”, y utilizarlos en la actividad contratada. Ello implica, entre otras cuestio- nes, que las sociedades que aspiren a parti- cipar en la tarea de una obra deben acreditar que disponen de recursos humanos (a nivel directivo y productivo) con la formación necesaria en prevención de riesgos labora- les. Se quiere evitar así el fenómeno de las subcontratas exprés o volátiles, que trafican con personas y, en función de sus necesida- des, contratan irregularmente a trabajadores –sin alta en la Seguridad Social–, de los que se deshacen una vez que finalizado el traba- jo encomendado. En tales prácticas mafiosas no cabe la palabra prevención laboral, por tanto hay que expulsar del mercado a las “empresas” o pseudo-empresas que siguen un modelo tan esclavista como antisocial. Un elemento de control imprescindible es el registro de empresas. Todas las sociedades que pretendan trabajar en la construcción de forma habitual deben inscribirse en el nuevo Registro de Empresas Acreditadas, que depende de cada comunidad autónoma. Por otro lado, la empresa principal de la obra deberá tener un libro en el que figuren todas las compañías subcontratadas que tiene a su cargo. El libro debe estar al día y conservarse durante los cinco años posteriores a la finali- zación de la obra. Además, su contenido deberá ser público a los sindicatos. Pedagogía y control, junto a la incorpora- ción al tajo de nuevas generaciones que hayan “mamado” la cultura de la seguridad desde la enseñanza primaria conseguirán que apreciemos como corresponde el valor vida, incluso en el universum revolutum que es una obra de construcción. Estos días podemos observar en la gran feria del sec- tor, Construmat, que la seguridad laboral cada día deviene más importante en la cons- telación del ladrillo. *Manuel Domene Periodista.