Técnicas de protección PROTECCIÓN LABORAL 50 | 1oTrimestre07 si ello no es posible, debe realizarse un control médico durante el período labo- ral y un año después de la exposición, pues los tumores tienen aparición tardía. Mientras el refino no elimine los hidrocarbu- ros, que son causantes de los efectos cance- rígenos de los aceites minerales, será una medida de puro sentido común emplear guantes aptos para usos químicos, resisten- tes a la permeación por hidrocarburos. Investigaciones recientes también culpan a estos aceites de afecciones de las articulacio- nes. Según los resultados de un reciente estudio llevado a cabo en el Instituto Karo- linska, de Estocolmo, la exposición laboral a aceites minerales podría asociarse con un alto riesgo de padecer artritis reumatoide. La investigación se ha basado en una muestra de 1.400 personas diagnosticadas de artritis reumatoide a las que se ha sometido a un cuestionario sobre exposiciones laborales. • Soldadura Salta a la vista que, por su naturaleza, ésta es una de las operaciones en las que se combi- nan diversos riesgos. La ventaja la tenemos en que su riesgo es obvio -que no insidioso, como ocurre con las sustancias químicas-, por lo que el más lego en materia de prevención será consciente de la necesidad de protegerse. Existen diversas tecnologías de soldadura (oxiacetilénica, eléctrica por arco, por pun- tos), teniendo todas ellas el denominador común de un plus de riesgo. Para hacernos una idea, basta tener en cuenta que la llama del soplete aire-acetileno tiene una tempera- tura de 2.100 a 2.400o C. La llama oxi-acetilé- nica puede llegar hasta 3.100o C. La llama la produce un soplete que constituye una fuente de peligro para las manos. En la soldadura por arco, la fuente de calor proviene del arco eléctrico que se produce al establecerse el contacto entre dos elementos metálicos en tensión. Los riesgos más fre- cuentes que se derivan de este tipo de solda- dura son básicamente el contacto eléctrico y el contacto térmico, además de la inhalación de humos tóxicos. Consecuentemente, cuan- do se realicen trabajos de soldadura (o corte con soplete) se debe emplear equipo de pro- tección personal consistente en los omnipre- sentes guantes (de cuero, en este caso), que se acompañarán con delantal, polainas, gafas o filtro y calzado de seguridad. • Cizallas Son diversas las máquinas pesadas emplea- das en la transformación del metal y, entre ellas, destacaremos la cizalla de guillotina para metal, equipo para cortar metales, generalmente en láminas. Solemos decir que rara vez existe una segunda oportuni- dad en materia de seguridad, y ello es radi- calmente cierto con máquinas como la ciza- lla. La mayoría de accidentes con esta máquina suelen tener un mal pronóstico para la mano, tanto peor si ésta no se prote- ge con guantes. Los riesgos pueden supo- ner corte y/o amputaciones por atrapa- miento entre las cuchillas de corte. Estos accidentes sobrevienen por un error en el procedimiento de trabajo consistente en introducir las manos en la zona de opera- ción de la máquina al alimentar o rectificar la posición de la pieza. • Máquinas electro-portátiles Las máquinas electro-portátiles tienen un protagonismo creciente en los trabajos de metalistería y mecanizado, ya que evitan al Geniales periféricos Nuestras manos son excepcionales; el útil más polivalente en cualquier actividad laboral. Cualquiera que sea la función, las manos sanas son un útil irreemplazable, ellas permiten asir las herramientas de trabajo y, gracias a su sentido del tacto, comprobar el acabado superficial de una pieza metálica. Sin embargo, la observación de la realidad contradice toda lógica: la mayoría de los guan- tes empleados no proporciona un buen grado de protección contra la multiplicidad de ries- gos del metal. Por otra parte, casi un 70% de los obreros no cambian sus guantes hasta que éstos están inservibles... “Periféricos” de compleja ingeniería a las órdenes del cerebro, las manos son imprescindi- bles para trabajar. Su descuido provocará alergias que no tienen curación y que pueden provocar la incapacidad laboral de los trabajadores. Proteger y cuidar las manos en el entorno laboral es una obligación moral y legal. Además de insustituibles, las manos deben durar toda una vida. Ello es posible con el empleo de guantes.