SEGURIDAD VIAL Algunos países europeos ya han decidido instalar estos sistemas en autobuses escolares para fortalecer la seguridad en el trans- porte público y garantizar los traslados con responsabilidad. Los conductores profesionales que transportan mercancías peligrosas en Francia o Suecia también viajan con estos dispositivos en pro de una movilidad más saludable. A estas medidas, deberían añadirse los sistemas de detección de drogas, que se han convertido en otra pieza fundamental en el objetivo de seguridad vial. Desde esta perspectiva, la tecnología debe entenderse como un mecanismo de prevención que nos ayude a alcanzar los desafíos para 2030 en materia de seguridad vial. Y este reto debe entrañar un compromiso integral del conjunto de la sociedad, las entidades y empresas privadas y las Administraciones Públicas. Estamos en el camino. En este sentido, plataformas como la Alianza para la Seguridad Vial, presentada el pasado 7 de febrero, se han confor- mado para convertirse en vehículo de comunicación y acción vivo y con el objetivo de propiciar iniciativas que mejoren la formación de los conductores, impulsen la renovación del parque móvil y apoyen las nuevas formas de movilidad. El siguiente avance ha llegado con la celebración de la tercera Conferencia Mundial sobre Seguridad Vial, que tuvo lugar el 19 y 20 de febrero en Estocolmo. La cita congregó a representantes de los gobiernos de más de un centenar de países, y anunció la creación del primer Observatorio de Seguridad Vial para la región Asia-Pacífico. Ha sido, sin duda, una ocasión especial para poner sobre la mesa aportaciones que puedan facilitar la implantación de una estrategia global alineada con los objetivos de desarrollo soste- nible en materia de seguridad vial. Este 2020 puede convertirse en un año significativo para sentar las bases en materia de seguridad vial en las carreteras. Estamos convencidos de que se están activando los protocolos y acciones apropiados para conseguir un ecosistema vial que vele por la salud de los ciudadanos Este 2020 puede convertirse en un año significativo para sentar las bases en materia de seguridad vial en las carreteras. Estamos convencidos de que se están activando los protocolos y acciones apropiados para conseguir un ecosistema vial que vele por la salud de los ciudadanos. Y uniendo la colaboración, voluntad política y el esfuerzo común, podremos lograr una adaptación de la legislación a los actuales modelos de movilidad y avanzar para alcanzar las cero muertes en carretera.• 85