84 Dionisio Martínez de Velasco, Managing Director de Dräger Iberia Los sistemas de SEGURIDAD VIAL prevención, una apuesta de los ODS para reforzar la seguridad vial La seguridad vial se ha convertido en uno de los focos prioritarios para garantizar el bienestar social. A la hora de promover una conducción responsable, el consumo de alcohol y las drogas continúa siendo un factor de riesgo que no hay que pasar por alto. En 2018, más del 40% de los conductores fallecidos dio positivo en la ingesta de estas sustancias nocivas, según la Memoria del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) sobre Víctimas Mortales en Accidente de Tráfico. Estas cifras nos invitan a tomar conciencia de la necesidad de tomar medidas de prevención y seguir haciendo énfasis en políticas de formación en comportamientos saludables al volante. En 2015, la ONU aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un proyecto común que llama al compromiso de entidades y ciudadanos sobre la importancia de mejorar el bienestar y la calidad de vida de las personas a través de 17 obje- tivos de desarrollo sostenible (ODS). La seguridad vial aparece integrada en estos objetivos como valor primordial para reducir los siniestros en carretera. Así, el punto 3.6 de los ODS busca reducir a la mitad el número muertes y lesiones causadas por accidentes de tráfico en el mundo en 2020; mientras que el punto 11.2 aboga por proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros y accesibles y mejorar la seguridad vial desde este momento al año 2030. La misión es clara. Nuestra aspiración como sociedad debe ser alcanzar las cero muertes en carretera y reducir cualquier tipo de lesión por accidente de tráfico. Para alcanzar esta máxima, las empresas de desarrollo tecnológico ya estamos trabajando en el diseño de sistemas de seguridad que propicien un entorno seguro para los conductores, ocupantes del vehículo y el resto de viajeros en circulación. El primer paso para lograr el ODS en materia de seguridad vial es apostar por la prevención, tanto para potenciar la concienciación y educación del conjunto de los ciudadanos y las instituciones, como para materializar otras acciones globales. Por su carácter preventivo, tanto los alcoholímetros que utiliza la Policía como los etilómetros que funcionan como sistemas de bloqueo, constituyen una tecnología innovadora que contribuye a reforzar la seguridad vial y a mejorar los hábitos saludables al volante. Los sistemas de bloqueo se han equipado de forma fiable para que los conductores no puedan arrancar su vehículo si han consumido alcohol, evitando de esta forma comportamientos de riesgo en carretera y ayudando a reducir los siniestros de tráfico.