SEGURIDAD VIAL Al mismo tiempo que ha aumentado la circulación de estos vehícu- los, también ha crecido el número de accidentes y atropellos. A lo largo del 2018 se produjeron cerca de 300 accidentes con este tipo de vehículos, según datos de la Fiscalía de Seguridad Vial. “La falta de conciencia e información sobre el respeto de las normas de circulación y los adecuados EPI están provocando un aumento de accidentes ya no solo para los conductores también para los peatones”, explica Luis Gil, secretario general y portavoz de esta asociación que vela por la prevención de riesgos laborales. ¿Qué protección se debe usar? Según la instrucción provisional establece dos elementos básicos de protección obligatorios con el objetivo de minimizar los posibles daños que puedan suceder: • Protección en la cabeza. Aunque no se dispone de una regula- ción en el Reglamento General de Circulación, la protección de la cabeza y, en su caso, de cualquier otra zona del cuerpo, seguirá por lo que se ordene en la correspondiente ordenanza municipal. “El principal problema está en que existe un gran desconocimiento acerca de la normativa de cada ciudad y que, además, deben cum- plir este tipo de Equipos de Protección Individual (EPI)”, comenta Luis Gil. “Los cascos de protección para estos nuevos conductores constituyen un elemento de seguridad decisivo a la hora de evitar lesiones en el cráneo en caso de una caída”, concluye. • Prendas reflectantes o sistema de alumbrado. La instrucción pro- visional establece que durante la conducción nocturna deberá hacerse uso de prendas o elementos reflectantes (o sistema de alumbrado), con el fin de hacerse ver por el resto de conductores al igual que el resto de vehículos. “Los nuevos conductores no son conscientes del riesgo que comporta su conducción y como consecuencia se incrementa el riesgo vial”, explica el secretario general y portavoz de Asepal. “Precisamente por eso, se trata de un colectivo que presenta un per- fil de alto riesgo y que todos los agentes involucrados pongan el foco en su seguridad individual y ciudadana”, valora. “No solo se trata de facilitar protección, sino formación específica sobre ergonomía, equipos, seguridad vial, etc.”, añaden desde Asepal. Adquisición de protecciones, ¿en qué hay que fijarse? Es importante saber que al tratarse de equipos que ofrecen una protección específica frente a un riesgo determinado que ame- naza la salud y seguridad del usuario y del ciudadano, se habla de EPI. Según Asepal estos deberán cumplir con lo dispuesto en el Reglamento (UE) 2016/425 (o con la Directiva 89/686/CEE si ya estaban puestos en el mercado antes del 21 de abril de 2019). “Los cascos o las prendas que se usen deberán cumplir con el Reglamento EPI, aunque vayan a ser usados en el ámbito privado, ya que este Reglamento se aplica tanto al uso profesional, como al privado (con algunas excepciones)”, explican. Para concluir desde Asepal insiste en que se debe tener en cuenta el marcado CE y las normas aplicables que aseguren que los equi- pos cumplen con el reglamento. Pese a que muchas ordenanzas municipales no obligan a hacer uso de EPI mientras se circula en vía urbana, desde Asepal recuerdan que cualquier usuario de MVP como vehículo habitual deben estar debidamente protegidos ante la eventualidad de sufrir una caída. “La utilización segura de los MVP pasa por el respeto de las normas de circulación básicas, las ordenanzas municipales correspondientes y la reciente informa- ción publicada por la DGT”, añaden desde Asepal.• Al mismo tiempo que ha aumentado la circulación de estos vehículos, también ha crecido el número de accidentes y atropellos. 83