Andreas Argubi-Wollesen, LaFT: “Los elementos de apoyo están reforzados neumáticamente, aliviando al usuario de la chaqueta de la necesidad de soportar peso en ciertas posiciones”. Foto: Nikolaus Fecht. Jens P. Wulfsberg, director del Laboratorio de Ingeniería de Producción (LaFT) de la Universidad Helmut Schmidt de Hamburgo: “No nos propusimos crear un exoesqueleto. Se nos encomendó la tarea de desarrollar componentes de apoyo”. Foto: Nikolaus Fecht. RIESGOS MUSCOESQUELÉTICOS 72 El profesor Jens P. Wulfsberg es jefe del Laboratorio de Ingeniería de Producción (LaFT) de la Universidad Helmut Schmidt de Hamburgo. En LaFT se están desarrollando ayudas ergonómicas Smart Assist en un equipo interdisciplinario. Según un folleto de LaFT, se trata de “sistemas de apoyo técnico en los que la gente está real- mente interesada”. Ya se han desarrollado más de 20 exoesqueletos diferentes, desde órtesis de tobillo hasta guantes de musculación. Los exoesqueletos deben ser asequibles, portátiles y ligeros. “El objetivo de nuestros sistemas exoesqueléticos es ayudar a redu- cir las lesiones en el lugar de trabajo”, explica el científico deportivo Andreas Argubi-Wollesen, biomecánico senior del Instituto de Ingeniería de Construcción y Fabricación (LaFT-Institut für Konstruktions- und Fertigungstechnik). “Nuestros sistemas están diseñados para eliminar la tensión muscular de ciertas tareas y no para causar problemas adicionales por su propio peso”. El sociólogo Dr. Athanasios Karafillidis no sólo está interesado en los niveles de aceptación de los eventuales usuarios de los exoesqueletos, sino también en el desarrollo de ideas y clasificaciones relacionadas. “No era nuestra intención crear un Ironman en forma de exoesqueleto”, enfatiza el subdirector del grupo de trabajo Smart Assist. “La peti- ción era un sistema de soporte asequible, portátil y fácil de aplicar que ofreciera la menor tecnología posible”. Facilitar el trabajo por encima de la cabeza “No nos propusimos crear un exoesqueleto. Se nos encomendó la tarea de desarrollar componentes de apoyo”, dice el gerente de LaFT. “La primera solicitud provino de la planta de Airbus en Hamburgo, que quería aliviar la tensión de sus trabajadores mien- tras realizaban trabajos por encima de la cabeza”. Los primeros modelos funcionales se probaron allí en 2016. El objetivo principal es la prevención, es decir, la reducción del número de días perdidos por enfermedad, mediante la prevención del sobreesfuerzo. En rea- lidad, la creación de un sistema de este tipo fue inicialmente difícil porque nadie tenía idea de las posibilidades. El equipo emprendió la tarea de manera interdisciplinaria y pragmática: desarrolló los primeros componentes, que luego probó directamente in situ. Para reducir los tiempos de desarrollo y los costes, los investigadores hanseáticos también aplican el principio Lego en su trabajo: los componentes deben ser modulares y capaces de combinarse para formar sistemas personalizados. El ‘patio de juegos’ interdisciplinario de los investigadores se encuen- tra en el sótano de la universidad. Argubi-Wollesen muestra una chaqueta: “Estamos planeando el uso de ropa inteligente con elemen- tos de soporte individuales que están reforzados neumáticamente bajo presión negativa. Las prendas liberan al usuario de la necesidad de soportar peso en ciertas posiciones”. Neumáticos, motores eléc- tricos o aleaciones de memoria que se deforman cuando se aplica tensión eléctrica, pueden utilizarse como accionamientos. La aceptación juega un papel importante La aceptación es importante en todo esto. Algunas personas dan la bienvenida a los sistemas como trucos de alta tecnología, mientras que otras los rechazan como muletas que supuestamente los hacen parecer débiles. Tales reacciones juegan un papel, especialmente en sistemas conspicuos como el de Lucy: Argubi-Wollesen mues- tra cómo funciona el exoesqueleto con forma de mochila. Una vez incorporado al operario, basta con silbar para que Lucy se conecte neumáticamente para soportar el peso. De repente el usuario se siente más fuerte, pudiendo sostener un objeto pesado sobre la cabeza durante más tiempo. Al bajar los brazos, la asistencia neu- mática se disipa. “Lucy es un sistema activo típico que sólo se utiliza para aplicaciones específicas”, explica el biomecánico. “Podemos ajustarlo individualmente para que sólo se active en ciertas posi-