RIESGOS MUSCOESQUELÉTICOS 68 La sinovitis puede aparecer en muchos tendones, aunque el más frecuentemente afectado es el tendón de Aquiles. Sólo en raras ocasiones la tendinitis implica infección. Para el diagnóstico son esenciales la anamnesis y la exploración clínica. Los principales síntomas son dolor local, hiperestesia y movimientos dolorosos. Es necesario el consejo ergonómico. El calzado adecuado, la correc- ción de los hábitos de carrera y marcha, y la prevención de las situaciones de estrés excesivo en el trabajo. A menudo están indi- cados un corto período de reposo, la inmovilización y los fármacos antiinflamatorios. La repetición frecuente de movimientos en el trabajo y las demandas elevadas de fuerza en la mano son poderosos factores de riesgo, sobre todo cuando se dan conjuntamente. Factores que aumentan el riesgo de los trastornos musculoesqueléticos Además de los riesgos específicos que deben valorarse analizando el puesto de trabajo, también existen factores personales que podrían propiciar la aparición de estas lesiones en las áreas de tra- bajo. La Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo los agrupa en: • Factores individuales y personales que incluyen: antecedentes médicos. Edad y el sexo del trabajador. Capacidad física, flexibili- dad... Medidas antropométricas como el peso, la altura y el índice de masa corporal. Hábito de consumo de tabaco. Agrupados estos factores individuales y personales, se podrá obtener una relación dosis-respuesta que puede variar ampliamente entre distintos trabajadores. • Factores biomecánicos y físicos: aplicación de fuerza, como, por ejemplo, el levantamiento, el transporte, la tracción y el empuje de cargas, así como el uso de determinadas herramien- tas. Movimientos repetitivos. Posturas estáticas, como ocurre cuando se permanece de forma prolongada en posición de pie, en cuclillas, arrodillado o con un solo apoyo de rodilla. Posturas for- zadas, como ocurre cuando se mantienen las manos por encima del nivel de los hombros o con los brazos en gran amplitud angu- lar. Presión directa sobre herramientas y superficies. Vibraciones. Entornos del lugar de trabajo fríos o muy calurosos. Movimientos repetitivos. Posturas estáticas, como ocurre cuando se per- manece de forma prolongada en posición de pie, en cuclillas, arrodillado o con un solo apoyo de rodilla. Niveles de ruidos ele- vados que causan tensiones en el cuerpo. La aplicación de fuerzas de gran intensidad puede suponer un esfuerzo excesivo para los tejidos afectados. Ejercemos fuerzas muy intensas en nuestro organismo especialmente cuando levantamos o manipulamos objetos pesados. Además de eso, empujar, arrastrar o sostener un objeto son actividades que, frecuentemente, nos obligan a rea- lizar una fuerza excesiva. Los movimientos repetitivos durante largos periodos pueden provocar fallos del aparato locomotor. Se habla de trabajo repetitivo cuando se mueven, una y otra vez, las mismas partes del cuerpo, sin posibilidad de realizar descansos puntuales o bien de variar la forma de ejercer los movimientos. Se determinan en referencia a la duración de los ciclos de trabajo, así como a la frecuencia y el grado de esfuerzo de la actividad realizada. Además, la manipulación frecuente y repetida de obje- tos (movimientos repetidos de miembros superiores) puede ser perjudicial para la actividad ejecutada. La aplicación de fuerzas de gran intensidad puede suponer un esfuerzo excesivo para los tejidos afectados. Ejercemos fuerzas muy intensas en nuestro organismo especialmente cuando levantamos o manipulamos objetos pesados. Además de eso, empujar, arrastrar o sostener un objeto son actividades que, frecuentemente, nos obligan a Se ha observado que, además de los agricultores, los trabajadores de la construcción, procesadores de alimentos (trabajadores en molinos de grano, carniceros y preparadores de carne), bomberos, carteros, trabajadores de astilleros y bailarines profesionales de ballet presentan un mayor riesgo de artrosis de cadera. Crédito imagen: W. L. Gore & Associates.