Mutua Montañesa desvela las claves para la renovación del sello EFQM 500+ Mutua Montañesa, mutua colaboradora con la Seguridad Social número 7 y con más de un siglo de vida dedicado a la gestión de la salud laboral de sus empresas y trabajadores protegidos, participó en un evento organizado por APD (Asociación para el Progreso de la Dirección) en el que se mostraron distintos casos de transformación empresarial y su impacto en sus modelos de negocio. Ponentes de la jornada. El Parque Científico y Tecnológico de Cantabria (PCTCAN), en Santander, fue el lugar elegido para celebrar la jornada práctica ‘Acelerando la transformación de las organizacio- nes: La excelencia en la gestión, nuevo Modelo EFQM y casos prácticos’ y en el que participaron también el Club Excelencia en Gestión, única entidad legitimada por la Fundación europea EFQM para su representación en España, y entrega de sus sellos de Excelencia empresarial, y Sodercan, la Sociedad para el Desarrollo de Cantabria. A lo largo del evento, los ponentes pudieron ofrecer nuevos modelos de gestión, su visión sobre el liderazgo, algunas inicia- tivas con foco en las personas que son aceleradoras del cambio o cuáles son los elementos estratégicos y diferenciadores del llamado modelo EFQM. Se trata de un sello de calidad, el máximo a nivel europeo en cuanto a excelencia en la gestión, y que tiene en cuenta variables en las empresas como la soste- nibilidad medioambiental y social, la diversidad y la inclusión, el gobierno corporativo responsable y transparente o todo lo relacionado con el compliance, la digitalización, la innovación o la economía circular. editorial Cada uno habla de Sicur... Dice el refrán que ‘Cada uno habla de la feria como le va en ella’. Esto lo podemos aplicar a cualquier feria de las que somos testigos a lo largo del año, y Sicur no es una excepción. Evidentemente, una feria de 5 días de duración da para mucho. Las empresas con las que fuimos hablando durante la feria nos hicieron notar que tanto el primero como el último día fueron los más flojos, pero que los dos días centrales, sobre todo sus mañanas, habían sido notables, tanto por flujo de visitantes como por los buenos contactos. Tampoco hay que olvidar que la sombra del coronavirus empezaba a planear sobre nuestras cabezas. Mascarillas se vieron muchas, pero mayoritariamente en los stands de los expositores más que en las caras de los visitantes. Afortunadamente, los profesionales que estaban en Sicur conocían de primera mano el uso innecesario de la mascarilla frente al contagio. Pero sí que hay que destacar que algunos expositores tuvieron buenos reflejos e iban regalando monodosis de gel desinfectante o lo tenían en sus stands para hacer uso durante sus visitas. Lo que está claro es que Sicur se salvó por los pelos de ser cancelada o pospuesta como otras ferias que se tenían que celebrar en las semanas siguientes. Sea como sea, se hizo negocio: la organización ha contabilizado casi 43.000 visitantes, más de 700 expositores y más de 2.000 empresas participantes. Cada uno de ellos nos contará la feria según como le fue, evidentemente, pero esperemos que, para el bien del sector, y de la economía en general, el relato sea positivo y se materialice en buenos negocios.