pre limitado. La razón es que las relaciones entre los primates del grupo tienen una base sólida. Cada individuo debe conocer per- fectamente a todos los miembros de su grupo: quiénes son y qué relaciones tienen con los demás. Los primates son incapaces de recordar un gran número de individuos, de ahí que vivan en grupos pequeños. Cuando un grupo crece demasiado, se divide en dos. El líder de la manada establece relaciones dentro de un grupo a fin de contar con seguidores en el mismo, creando así sus propias alian- zas. Un macho alfa establece relaciones amistosas con un grupo pequeño de seguidores íntimos, y ese grupo apoya al macho alfa, influyendo así en el resto de miembros de la familia. Liderazgo en un grupo pequeño El liderazgo en una familia de primates no es en realidad tan distinto al de un grupo de personas. Cuando Dunbar aplicó los resultados de sus estudios a los humanos, descubrió que el número de perso- nas de la red social efectiva de un individuo también es limitado. El número de relaciones sociales que un ser humano es capaz de man- tener es aproximadamente de 150 contactos. Nuestro número de amigos en Facebook puede superar los 1.000, pero solo podemos comunicarnos con regularidad con 150 personas, y la cantidad de relaciones estrechas dentro de ese grupo desciende a menos de 20. Ningún grupo formado por 150 personas puede funcionar sin una jerarquía. Cuando un grupo se amplía a 150 personas, su eficacia desciende rápidamente hasta que se crean agrupaciones más pequeñas dentro de su estructura. Lo positivo es que el comporta- miento de las personas mejora cuando forman parte de un grupo. Aunque los distintos integrantes del grupo están conectados entre sí, solo determinados miembros son capaces de conectar a su vez las agrupaciones. Un grupo formado por 3.000 personas necesita un líder, y esto solo es posible a través de equipos más pequeños. Se pueden tener 20-30 subordinados que dirijan cada uno a otras 20-30 personas. El segundo grupo puede tener otras 20-30 per- sonas a su cargo. Cada equipo gestiona al siguiente grupo en el organigrama, lo que ofrece un sistema eficaz para la administración de 400-600 personas. Los líderes de cada uno de estos grupos deben ser abiertos y elegir de manera consciente la forma más adecuada de hablar, su tono, sus gestos, así como otros estímulos no verbales. Cada líder tiene contacto directo con sus subordinados. Su influencia se basa en el conocimiento, el ejemplo personal y los incentivos que ofrece a cambio del esfuerzo de los miembros del equipo. Refuerzo positivo Es fundamental recompensar el esfuerzo y el entusiasmo de los empleados, ya sea mediante incentivos, aumentos de sueldo o sencillamente elogiando sus resultados. Pero es importante recor- dar que estas recompensas refuerzan el comportamiento actual. 105 TRIBUNA DE OPINIÓN MÁXIMA PROTECCIÓN Y CONFORT EN CADA PROCESO info@desul.es | 952 040 949 www.desul.es