tentación de focalizar en un accidente en concreto. Por ello es impor- tante un análisis riguroso de las estadísticas y centrarnos tanto en el número de accidentes laborales sin baja y con baja como en aquellos incidentes que podrían ser evitados con algunos mínimos cambios y aquellos incidentes potenciales que podrían llegar a convertirse en accidentes graves, e incluso fatales. Con estas cifras en mente, los desafíos aumentan y los líderes de las empresas han de preguntarse a sí mismos si poseen un dibujo claro de los riesgos a los que sus empleados están expuestos y sus posibles consecuencias. ¿Están los empleados y el público en general realmente protegidos? Y, si no es así, ¿qué esta- mos obviando? ¿Qué se necesita reparar para, por ejemplo, nivelar el suelo peatonal que se encuentra cerca de los camiones que recogen los grandes árboles de madera? Puntos débiles en la prevención de accidentes laborales mortales Trabajando con numerosas empresas multinacionales durante muchas décadas nos hemos dado cuenta de que con mucha frecuen- cia se repiten los mismos patrones y deficiencias a lo hora de evitar los riesgos y accidentes en el trabajo. 1. Sistemas de seguridad de visión limitada Una visión parcial en la gestión de la seguridad asume que, si pre- venimos y controlamos los accidentes y riesgos leves, aquellos de mayor gravedad también se verán controlados y prevenidos. Sin embargo, esto no es así. 2. Los procesos de investigación de accidentes no son tan buenos como se piensa La mayoría de las organizaciones emplean sistemas de prevención de riesgos que tratan de la misma forma todos los tipos de acci- dentes. Si consideramos que las causas más comunes de víctimas mortales en el trabajo en España a lo largo de 2018 fueron infartos y derrames cerebrales, accidentes de tráfico in itinere, ahogamientos, golpes o contacto eléctrico, con fuego o con sustancias peligrosas, y las más frecuentes en casos de accidentes sin baja fueron sobrees- fuerzo físico o golpes contra un objeto inmóvil, parece aparente que las causas por accidentes leves y graves no son las mismas. 3. Fallos a la hora de identificar un determinado patrón A menudo, las organizaciones creen seriamente que los accidentes llegan de forma inesperada, pero no es sino la consecuencia de no colocar correctamente las piezas del rompecabezas que les mostra- ría la imagen completa de la situación. 4. No existe una alineación entre objetivos de negocio y seguridad En un número significativo de las empresas que DuPont Sustainable Solutions (DSS) visita a diario, la seguridad está separada de los objetivos del negocio. Y cuando esto ocurre se corre el riesgo de que quede aislada, lo cual genera una barrera para realizar las acciones correctivas necesa- rias destinadas a solucionar cualquier problemática en este ámbito. Usar los controles apropiados al nivel de riesgo La manera más efectiva de gestionar el riesgo es eliminándolo. La segunda manera más efectiva de hacerlo es controlándolo. Esto puede parecer muy evidente, pero es un axioma que no siempre se pone en práctica. La mejor manera de hacerlo es utilizando la Jerarquía de Controles Operacionales para determinar qué medidas de control son necesarias para proteger en la mayor medida posible a los empleados del riesgo. Organizadas de más a menos efectivas, éstas serían las medidas de control de riesgo más adecuadas: TRIBUNA DE OPINIÓN 121