Figura 1: Bomberos hacia la intervención con EPI de dotación personal (casco, vestuario, botas y guantes) y ERA. Contra estos peligros el bombero dispone de una dotación personal de EPI que eficazmente protege su cuerpo frente al calor y llamas (traje de intervención, botas y guantes), su sistema respiratorio aislado con el ERA y la cabeza protegida mediante el casco multirriesgo (ver figura 1). Es asimismo precep- tivo mencionar la cámara de imagen térmica (TIC), como nueva herramienta, que permite la visión a través del humo y moderna- mente facilita las labores de extinción e incrementa en grado sumo la seguridad y eficacia en las intervenciones. En el presente artículo voy a referirme a los equipos autónomos de protección respiratoria que utilizan como fuente de alimentación aire comprimido, usados habitualmente por los bomberos en las labores de extinción de incendios, y profesionalmente denomina- dos ERA. En este caso, desarrollo el tema describiendo la evolución tecnológica partiendo de un enfoque histórico, que cubre desde el inicio de la comercialización de equipos con tecnología de 300 bar, hasta la incorporación de los actuales ERA universales, con solu- ciones avanzadas en diseño y electrónica, que mejoran el confort, la sencillez en el manejo y la seguridad de uso. El ERA consta de tres componentes principales, cuyo desarrollo sigue tecnologías diferentes: primero el adaptador facial del tipo máscara del Tipo 2, segundo el equipo base que incluye el elemento portante, el reductor de presión y el sistema neumático y como tercer componente el recipiente a presión o botella que contiene el aire comprimido calidad respirable, para alimentar al usuario con independencia del medio ambiente. Situación desde 1980 a 1990 Se ofertaba entonces un ERA de importación, conforme a DIN 58645 (no existían normas nacionales ni EN), cuya descripción típica sería: • Máscara con visor panorámico y atalaje de cabeza de cinco tiras regulables, en las versiones funcionales de presión normal y posi- 68 Evolución tecnológica e histórica de los equipos autónomos de protección respiratoria Cuatro décadas en el desarrollo del ERA La lucha contra incendios constituye, para el bombero, una de las tareas más peligrosas entre las múltiples labores a realizar cuando se requiere su intervención. Se enfrenta a un entorno ambiental extremadamente hostil: espesos y calientes humos que impiden su visión y avanzar con seguridad; intenso calor radiante que eleva peligrosamente su calor metabólico; llamas cuyo contacto potencial le producirían severos daños y gases nocivos que le impiden la respiración, así como caída de objetos e incluso el posible colapso de la estructura. Ramón Torra Piqué, Dr. Ingeniero Industrial