24 Perspectivas de la seguridad y la salud en el trabajo Próximos a celebrar los 25 años de la Ley 31/1995, que provocó un cambio sustancial de la situación de prevención de riesgos laborales, en España, parece un buen momento para analizar el panorama que se abre ante nosotros en los próximos años. La Humanidad siempre ha querido mirar hacia el futuro para estar preparada para los próximos acontecimientos y tomar las decisiones correctas. Pero actualmente vivimos y trabajamos en un mundo que se está transformando casi a diario debido a la innovación digital, la adaptación a la globalización, la transformación demográfica y los efectos de cambio climático. El cambio suele estar estrechamente relacionado con las nuevas oportunidades y el progreso, pero también puede significar incertidumbre y nuevos riesgos. Javier Pinilla García, director del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) La reciente Conferencia Internacional del Trabajo, en la que se conmemoran los 100 años de esta institución central en la lucha por el bienestar mundial, ha debatido sobre ‘el futuro del trabajo que queremos’. Esta organización es, lógicamente, una de las instituciones más activas en el debate mundial del trabajo del futuro. Y es que en las últimas décadas se han venido sucediendo modifi- caciones sustanciales en el ámbito del trabajo. Las más visibles han sido aquellas que afectan al volumen y características del empleo. No obstante, otras transformaciones han afectado al contenido de las tareas que ejecutan una gran proporción de trabajadores. A este respecto, dos tipos de cambios han tenido especial incidencia. Por un lado, el creciente uso de herramientas basadas en las tecnologías de la información y la comunicación en las actividades laborales y, por otro lado, modificaciones en la forma de organizar el trabajo. No se trata de cambios sólo temporalmente coincidentes, sino que ambos se retroalimentan. Por un lado, la capacidad para almacenar, transmitir y manejar infor- mación se ha ampliado enormemente en los últimos años como resultado de una serie de innovaciones cruciales en las tecnologías de la información y las telecomunicaciones. Debido a su aplicabilidad general, estas tecnologías están teniendo efectos muy significativos en la mayoría de las áreas de la economía, lo que lleva a una acelera- ción general en el ritmo del cambio técnico. El trabajo, su contenido, su organización y diseño, su regulación y su protección están en proceso de transformación. Estos cambios configuran nuevas realidades y, a menudo, implican una confusión de límites entre las diferentes dimen- siones del trabajo y entre este, el empleo y la actividad no laboral. Por otro lado, la globalización ha incentivado a las empresas para acometer todo tipo de reorganizaciones, tanto en el interior de sus propios procesos de trabajo como en sus relaciones con otras empresas. A este respecto, las “cadenas mundiales de suministro representan una nueva realidad” que condiciona el futuro del tra-