migración de ftalatos al aceite. Dicha migración se provoca por una pérdida de sustancia de los materiales de fabricación al producto que entra en contacto con ellos. Para poder controlar estos tres puntos claves, a la hora de comprar cualquiera de estos componentes para nuestra almazara debemos de contar con informes de ensayos emitidos por un laboratorio adecuado, y que esté debidamente certi cado para poder emitir dichas pruebas que deben de contar con las directrices de la Comunidad Europea, según su Reglamento UE 10/2011 y con los límites de migraciones especí cos (LME). Se ha de ser consecuentes y encontrar un equili- brio entre ahorro, riesgo y seguridad al adquirir los productos que podrían trasmitir dicho compuesto a nuestros aceites de oliva, primando sobre todo la seguridad. En palabras de José Antonio Tello, CEO de Laboratorios Tello, los ftalatos podrían encon- trarse en una almazara también en revestimientos 12 de paredes, suelos, techos, bodegas, salas limpias de envasado, ropa y calzado de lluvia, aislamientos para cables y cuadros eléctricos, y muy en particular en mangueras de trasvase, estator de bombas mono y salomónicas para masa, cintas de PVC y similares, envases de PVC y otros plásticos, etc. Por todo, es de vital importancia que nos aseguremos de su ausencia en todo aquellos componentes plásticos que estén en contacto con nuestro AOVs. Leandro Ravetti, Director Técnico de Boundary Bend Limited y Modern Olives (Australia), desde que hace ya unos años surgieron los primeros Modern Olives Laboratory Services tomó espe- cial interés en el tema y comenzó a hacer un gran número de análisis a una amplia diversidad de muestras de aceites de oliva de todo tipo y pro- veniencia. En principio, lo primero que les llamó la atención era la falta de una metodología o cial para analizar el contenido de ftalatos en aceites de oliva. Por lo tanto, desarrollaron un método propio que recientemente ha sido considerado por ISO como una de las mejores alternativas para el análisis de estos componentes y se encuentran en el proceso de su homologación en conjunto con un instituto de investigación en Francia que había propuesto un método alternativo pero similar. El otro aspecto llamativo parecía ser la alea- toriedad de los resultados con muestras de distintas proveniencias, mostrando niveles total- mente variables, desde no detectables hasta varias partes por millón, inclusive en producciones orgánicas. Tras varios trabajos de investigación se ha podido comprobar que, aparentemente, no se trata de un punto de contaminación único durante el proceso, sino una sucesión de puntos que gra- dualmente van contribuyendo a sumar trazas de estos plasticidas en el producto nal. El proceso de elaboración, almacenaje y embotellado parece ser particularmente clave en lo que concierne a los niveles nales de ftalatos en el aceite de oliva. Para Ma Dolores Peña Bellido, Directora de Olivarum Fundación Caja Rural de Jaén, los ftala- tos son unos compuestos de efectos adversos para la salud que pueden encontrarse en los alimentos y cuya única manera de evitarlos es mediante la buena praxis en la elaboración de los mismos. Su presencia en los alimentos solo puede detec- tarse por métodos analíticos especí cos que comprenden dos etapas: extracción de los ftalatos del alimento analizado, y un posterior análisis de los que se encuentren presentes. Los ftalatos son compuestos de tan amplia difusión en el medio que uno de los factores más importantes en su análisis es evitar contaminaciones exógenas que puedan afectar a la prueba. Lo más adecuado es la extracción con bras (SPME) que no emplea disolventes, aunque también se puede realizar por extracción líquido-líquido, controlando muy bien que los disolventes usados estén libres de ftalatos, y el material empleado sea todo de vidrio y piro- lizado previamente a 300 oC durante 12 horas. El CAPÍTULO 3