G264 - Industria gráfica y comunicación visual

58 ACABADOS demanda, hasta la DC-746, capaz de realizar grandes tiradas con rapidez y gran calidad. EL ARTE DE ENCUADERNAR La encuadernación es otro de los trabajos de postimpresión con mayor tradición. Aunque los e-books se hayan expandido a caballo de la digitalización de la sociedad, es difícil que la lectura en formato digital transmita las mismas sensaciones que tener un libro físico en las manos. Y es que los lectores también valoran elementos tan asociados a un libro como la calidad de su encuadernación o el diseño de su portada. Precisamente, la larga tradición de encuadernar ha propiciado que convivan diferentes métodos. Elegir el más adecuado dependerá de la funcionalidad que tenga la obra. Por ejemplo, una de las más comunes es la encuadernación rústica fresada o ‘tapa blanda’, que podemos observar en la mayoría de ocasiones que cogemos un libro de bolsillo, en que la cubierta (portada y contraportada) va pegada al lomo. Si hablamos de folletos, revistas o catálogos, es común que vayan con encuadernación grapada, rápida y económica. Pero si se quiere dar más protección y duración, se puede optar por el encuadernado cosido. Con el cosido, las páginas, agrupadas en cuadernillos o pliegos, se cosen con hilo antes de adherirse a la cubierta del libro. Se trata de un proceso que podemos ver en todo tipo de trabajos: Novelas, manuales, ediciones especiales… Dos son sus ventajas: mayor resistencia y el toque elegante y de calidad que transmite. A pesar de que la encuadernación cosida requiere mayor complejidad, se ha extendido gracias a la evolución de maquinaria específica como la del fabricante Smyth, con más de un siglo de trayectoria. Actualmente, cuenta con una gama de equipos automáticos y semiautomáticos adaptados a tipo de volúmenes, desde pequeñas y medianas ediciones a trabajos personalizados como álbumes de fotos o libros de gran tamaño. HACIA LA AUTOMATIZACIÓN Y LA VERSATILIDAD La evolución de la maquinaria para la industria gráfica y los acabados responde a las necesidades de adaptarse a las nuevas tendencias del sector, así como también a los gustos de los consumidores. Estas avanzan hacia tiradas más cortas y personalizadas, un hecho que desata otra necesidad para las empresas: Disponer de equipos actualizados que puedan responder a esta clase de pedidos. “Para ello se necesitan equipos más automáticos, capaces de hacer más rentables volúmenes de producciónmás bajos. Diría que ahora la velocidad no es tan importante como que la preparación de la máquina sea rápida y se pueda aprovechar desde el primer producto”, destaca Gimeno, para quien la automatización es un factor cada vez más diferencial entre las empresas: “Hay talleres que no han avanzado hacia la automatización de muchos procesos y ahora tienen costes más elevados, con el riesgo que eso supone para su rentabilidad”, añade. El efecto de brillo y relieve que da el barniz UV Spot lleva el material impreso a otra dimensión. Este acabado se ha abierto a muchos talleres de impresión gracias a equipos automatizados y compactos como la DuSense.

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