PAPEL 76 Alemania y Francia. Y hay que destacar que el 73% del papel que recicló en 2018 la industria papelera española era de proceden- cia local, tres puntos porcentuales más que el año anterior, según datos de Aspapel. La industria papelera española, gracias a esta gran capacidad reci- cladora, garantiza el reciclaje en España de todo el papel y cartón recogido selectivamente, que cumpla con los estándares europeos de calidad, es decir, con la norma europea UNE-EN 643. Los dos últimos ejercicios se han visto marcados por los importantes cambios en el mercado internacional del papel para reciclar, debido a la nueva política de residuos que está implementando el gigante chino. China ha iniciado un plan de mejora de sus sistemas de reco- gida municipal y ha incrementado las exigencias de calidad en sus importaciones de papel para reciclar. La calidad del material recogido se convierte de este modo en la clave y el nuevo reto de la recogida y reciclaje de papel y cartón. Por lo que se refiere al comportamiento de la recogida selectiva municipal en grandes ciudades españolas de más cien mil habitan- tes, en 2018 el crecimiento es ya de dos dígitos, con un 10,6% más de papel y cartón recogido para reciclar. Se llega así al cuarto año de crecimiento consecutivo. El mayor crecimiento se produce en el grupo de las seis ciuda- des de más de medio millón de habitantes que crece el 30,1%. El segmento de ciudades de tamaño intermedio (entre 200.000 y 500.000 habitantes) incrementa la recogida el 10,3% y el grupo de ciudades de 100.000 a 200.000 habitantes se queda a las puertas de los dos dígitos con un 9,8% de crecimiento de la recogida selec- tiva municipal. La recogida selectiva municipal en los contenedores azules, puerta a puerta comercial y puntos limpios, es una de las vías de recogida de papel en nuestro país, junto con la recogida que realizan operadores privados en grandes superficies de distribución, industrias impren- tas... Por estas dos vías se ha recogido en total para su reciclaje 4,5 millones de toneladas de papel usado en 2018, que equivaldría a 45 grandes estadios de fútbol llenos hasta arriba de papel y cartón. Eficiencia en el uso de agua y la gestión de los residuos del proceso El uso total de agua en las fábricas españolas de celulosa y papel se sitúa actualmente en 109 millones de m3 anuales, lo que significa la mitad de agua que en 1990, mientras la producción se ha incre- mentado un 60% desde el inicio de la década de los noventa, lo que supone claramente haber desacoplado la producción del consumo de este recurso natural, según datos de Aspapel. Y hay que tener en cuenta que en realidad de esos 109 millones de m3 de agua que se usan en la producción de pasta y papel sólo una pequeña parte se consume durante el proceso y el agua res- tante (91 millones de m3) se devuelve depurado al medio receptor. Actualmente en todos los parámetros que miden la calidad de los vertidos se han alcanzado los niveles de máxima exigencia que per- miten las Mejores Técnicas Disponibles. Actualmente el 79,5% de los residuos del proceso de fabricación papelero se convierten de nuevo en recursos en el uso agrícola o como compost, reciclados como materia prima en otras industrias o bien vía valorización energética en la propia fábrica o en otras industrias. Industria electrointensiva y gasintensiva, líder en descarbonización Se trata de una industria electro-intensiva y gas-intensiva, que necesita electricidad para mover la maquinaria y vapor para secar la celulosa y el papel. La industria española y europea de la celulosa y el papel lidera el proceso de descarbonización de la industria y se plantea en su Hoja de Ruta 2050 el objetivo de reducir las emisiones de CO2 en un 80% con respecto a 2015. Las fábricas del sector producen la mayor parte de la energía que utilizan en eficientes plantas de cogeneración situadas al lado de las fábricas con 1.086 megavatios de potencia instalada. Estas plantas producen a la vez electricidad y calor útil para el proceso papelero, con el consiguiente ahorro de combustibles y reducción de emisio- nes. La cogeneración es un sistema de generación distribuida de electricidad de alta eficiencia energética. Además el 32% del combustible que empelamos hoy es biomasa o biogás, frente a un 23% hace una década. Y prácticamente el resto del combustible, un 66%, es gas natural. •