TINTAS 68 Las normativas y las tendencias hacen “sudar tinta” a los fabricantes Los cambios en el panorama normativo en relación con las tintas empleadas en la codificación y el marcaje de productos y envases pueden presentar grandes desafíos para fabricantes de una gran variedad de sectores. Muchos estarán al tanto de la estricta normativa a la que se someten las tintas que entran en contacto con alimentos, pero quizás no sepan que la manipulación y el uso en la mayoría de los demás sectores de fabricación se ven sometidos a un control similar. “Los cambios en las normativas y clasificaciones de segu- ridad y medioambientales para las tintas empleadas en la codificación y el marcaje de productos, junto con las tendencias cambiantes en los materiales y el diseño de los envases, pueden provocar auténticos dolores de cabeza a los fabricantes de diversos sectores. La solución es un equipo interno que se dedique a innovar en tintas”, señaló Josie Harries, directora de tecnologías de desarrollo de tintas de Domino. Los diseños de tintas son fórmulas complejas y contienen muchos compuestos diferentes que los expertos seleccionan individual- mente para que la tinta final tenga un determinado rendimiento. Cada cierto tiempo, se produce una reformulación de los “ingre- dientes” de las tintas, lo cual puede tener consecuencias graves en la disponibilidad de las tintas, bien porque el uso de un componente deja de ser adecuado o bien porque una reformulación más restric- tiva conduce a utilizar otras alternativas. A menudo no se trata simplemente de cambiar un componente por otro, ya que esto puede afectar significativamente al rendi- miento de la tinta, por ejemplo, en relación con la legibilidad y la durabilidad del código, la eficiencia de la impresora, la frecuencia de limpieza de la boquilla, etc., y estos factores pueden influir en la calidad del producto y en la fiabilidad de la producción. Si las materias primas dejan de estar disponibles debido a una reformulación o a problemas en la cadena de suministro, esto podría impedir el suministro de tintas y, por consiguiente, la codifi- cación, lo que supondría costosas paradas de producción y que los fabricantes buscaran otras soluciones de codificación.