PAPEL 56 Primer trimestre 2019 En el primer trimestre de 2019, vemos importantes incrementos de la producción de papel y celulosa, que crecen un 7,7% y un 6,2%, respectivamente, según datos de Aspapel. Por tipos de papel la pauta de los últimos años se mantiene, con caída de los papeles gráficos, si bien mucho menor que en el pasado ejercicio, y con incrementos en el resto de papeles muy por encima de crecimiento de 2018. Estos incrementos no se corresponden con el comportamiento del consumo en ese primer trimestre, que ha sido un tanto errático y subió solo un 1,1% en su conjunto. Inversiones en bioeconomía circular En los cuatro últimos años el sector papelero ha invertido 1.366 millones de euros en incrementos de capacidad y en innovación y renovación tecnológica, inversiones dirigidas fundamentalmente hacia productos con demanda creciente como los papeles para emba- lajes y papeles de mayor valor añadido como los papeles especiales. En 2018, las inversiones, con un incremento del 21% sobre el año anterior, ascienden a 471 millones de euros, un 9,9% de la facturación. Este gran esfuerzo inversor de la industria papelera española, se desarrolla paralelamente al proceso de sustitución de materiales que está protagonizando el papel por su carácter reno- vable, reciclable y biodegradable, que lo posiciona como uno de los materiales del futuro. El fuerte ciclo inversor iniciado en 2015 se prolonga con unas inver- siones previstas para 2019 de 435 millones adicionales. Las exportaciones suponen el 56% de la facturación La bioindustria circular de la celulosa y el papel es un sector fuer- temente exportador, que destina al mercado exterior el 45% de su producción. Las exportaciones representan el 56% de la facturación de nuestra industria. La industria papelera española es uno de los principales productores europeos, con 70 fábricas de papel y 10 fábricas de celulosa, que dan empleo directo a 16.595 trabajadores (un 1,9% más que en el ejercicio anterior), según datos de Aspapel 70 fábricas de papel y 10 fábricas de celulosa La industria papelera española es uno de los principales producto- res europeos, con 70 fábricas de papel y 10 fábricas de celulosa, que dan empleo directo a 16.595 trabajadores (un 1,9% más que en el ejercicio anterior), según datos de Aspapel. El sector papelero se caracteriza por su proceso continuo de reno- vación tecnológica, lo que requiere una plantilla de empleados cualificados y estables. Actualmente el 89% de la plantilla del sector corresponde a empleados con contratos indefinidos. El índice de rotación es muy bajo: uno de cada tres lleva más de veinte años en la empresa y tres de cada cinco tienen más de diez años de antigüedad. El papel, una cadena de valor que supone el 4,5% del PIB español El sector tiene además un importante efecto multiplicador como motor de una potente cadena de valor, cuya aportación global (directa + indirecta + inducida) a la economía española en términos de creación de empleo y riqueza asciende al 4,5% del PIB y al 18,5% del empleo industrial. Y lo más relevante es que la cadena de valor del papel supone el 8,8% de la facturación de la industria y el 13,2% de su valor añadido, generando por lo tanto un valor añadido muy superior a la media de la industria española. Partiendo de una materia prima local, la cadena incluye desde las plantaciones de madera para papel, pasando por la fabricación de celulosa y papel y los diferentes tipos de industrias y servicios sec- toriales (industrias transformadoras, publicidad y marketing directo, impresores, editores), hasta la logística de entrega (servicios postales y de correos), cerrando el ciclo con la recuperación de los residuos de papel y cartón y su vuelta a las fábricas papeleras. • De izquierda a derecha, Elisabet Alier, vicepresidenta, Jordi Mercader, presidente, y Carlos Reinoso, director general de Aspapel.