62 ENTREVISTA Andrés Huerta, gerente de Grujar, denuncia en esta entrevista el creciente intrusismo que sufre esta actividad. Como trabajos relevantes podríamos señalar, entre otros muchos, el traslado de RPC Envases SA desde Arganda del Rey a Campo Real; el traslado de la maquinaria de Elis Manomatic SA desde la delegación de Coslada a la de Ge- tafe; el traslado del taller de precisión del ejército desde Raimundo Fernández Villaverde a la Marañosa; se han in- troducido por la fachada en la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre a distintas alturas maquinaria de fabricación de moneda e impresión de lotería; y se han sustituido para su revisión los motores de cogeneración de la planta de resi- duos urbanos de Valdemingómez y de Pinto. Dentro de los sectores de actividad en los que trabaja Grujar, ¿cuáles señalaría hoy como los principales? Ahora mismo, los sectores en los que más solicitan nues- tros servicios quizás sean metalmecánica e inyección de plásticos. Por el contrario, donde hemos apreciado una mayor caída es en artes gráficas. Además, estamos bien presentes en el sector energético, trabajando por ejemplo en instalaciones de cogeneración. ¿Qué ventajas puede ofrecer Grujar a los profesionales del metal y del plástico? Principalmente, la seguridad en la manipulación de su ma- quinaria, rapidez en la ejecución de los trabajos y disponi- bilidad. Intentamos que el funcionamiento habitual del taller no se vea alterado por nuestra labor, que puedan se- guir operando mientras nosotros realizamos la manipula- ción de una determinada máquina. ¿Presentan estos sectores alguna singularidad respec- to al de las artes gráficas? Yo diría que la maquinaria de metalmecánica y del sector del plástico suele ser una única unidad, un solo bloque, mientras que en artes gráficas lo habitual es que la má- quina de imprimir tenga varios cuerpos que hay que aproximar. ¿Siguen teniendo trabajos relevantes en el mundo de las artes gráficas? La verdad es que es una actividad que ha bajado muchísi- mo. Aún así siguen saliendo algunos trabajos, sobre todo para imprentas pequeñas. ¿Qué tiempo puede pasar desde que se les presenta un proyecto hasta que lo ejecutan? Varía mucho de unos trabajos a otros. Hay algunos, de gran complejidad, que pueden llevarnos hasta seis meses, pero lo normal es que sean de ejecución inmediata. Entre 10 y 15 días es lo habitual. Para ir terminando, ¿van a acometer algún proyecto a corto-medio plazo? ¿Se plantean por ejemplo un pro- ceso de internacionalización? Salir al exterior, y más en nuestra actividad, no es una tarea sencilla. Hay muchos condicionantes que deben ser valo- rados: responsabilidades civiles, trabajos en instalaciones muy valiosas, subcontratación de grúas telescópicas... que si los tienes que asumir fuera de tus lugares de trabajo ha- bituales y lejos de tus proveedores de confianza, dan páni- co. Trabajas con maquinaria muy valiosa que no puedes dejar en manos de gente desconocida porque te puede buscar la ruina. Por tanto, ir al extranjero a mover una má- quina para que una vez allí tengas que recurrir a un terce- ro para su transporte, es asumir muchos riesgos. No puedes arriesgarte a que te dejen la máquina por ahí tira- da, a que el operario que la maneje no tenga la cualifica- ción suficiente, a que esa empresa no cuente con los seguros pertinentes... Está claro que nuestro servicio está diseñado para desarro- llarse principalmente en el lugar en el que estamos ubica- dos y en las proximidades, y solamente en trabajos muy concretos, de cierta dificultad, y con personal y colabora- dores que sean de confianza. I panorama