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A FONDO 56 DAVID TREBOLLE SECRETARIO GENERAL DE PROTERMOSOLAR Es el momento de la tecnología termosolar. Debemos poner en valor dicha tecnología y lograr que dentro de los objetivos de instalación de energías renovables haya un porcentaje mínimo que promueva el desarrollo de renovables que aporten respaldo y capacidad de almacenamiento. Ha llegado la hora de que la tecnología vuelva a posicionar a nuestro país y a nuestras empresas como líderes y referentes mundiales. 2023, UN AÑO REPLETO DE RETOS Y OPORTUNIDADES PARA EL SECTOR TERMOSOLAR 2023 se presenta como un año incierto e inestable, con ciertos retos que ya están afectando a la sociedad y, en concreto, a la economía mundial. Según las predicciones globales, las tensiones geopolíticas, la falta de suministros, la inflación y el alto precio de la energía van a seguir impactando en todos los ámbitos de nuestras vidas. Esta situación de inestabilidad comenzó en 2022, cuando la invasión rusa sobre Ucrania provocó, entre otras cosas, un incremento mayor del precio de la energía en el mercado, que llevaba ya meses marcando precios récord. En concreto, en España el precio medio del año 2022 se ha situado en 170 euros/MWh, alcanzando la tarifa media más elevada en 25 años, debido a la dependencia de nuestro país del gas. Ante este escenario en el que Europa y España dependen del gas natural, debemos optar por otras alternativas renovables y, en concreto, por la energía termosolar. Resulta esencial entender la energía termosolar como una energía alternativa fiable, que disminuye sustancialmente la dependencia de los combustibles fósiles, ya que es una tecnología renovable, no intermitente, síncrona y con respaldo nocturno, consecuencia de su almacenamiento térmico. Preci samente , gr aci as a su almacenamiento, genera independientemente del recurso solar durante muchas horas de manera constante e ininterrumpida, ahorrando más de 250 millones de euros al año al sistema eléctrico por su capacidad de suministrar hasta 7GWhe al día. Además, la cuestión del cambio climático sigue siendo un problema, ya que es probable que de mantenerse el ritmo actual de emisión de gases de efecto invernadero, se alcance un incremento de temperatura media de 1,5 grados en la próxima década. En este contexto, la termosolar se presenta como la única energía renovable que no emite CO2 y que realmente puede reducir la dependencia del gas natural en nuestro país, muy especialmente para la generación eléctrica nocturna, gracias a su capacidad de almacenamiento y su condición síncrona, que proporciona estabilidad y seguridad de suministro alternativo equiparable a cualquier tecnología térmica fósil, superando en competitividad técnica y económica a otras alternativas renovables como la energía fotovoltaica con baterías.

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