FY61 - FuturEnergy

Existe una gama de soluciones para reducir el consumo de energía y las emisiones de la calefacción. La calefacción urbana es una opción; un sistema que utiliza calor producido de forma centralizada y lo distribuye a los consumidores a través de tuberías, utilizando agua caliente o vapor. Centralizar la producción de calor permite el uso de diferentes fuentes de energía, incluido el exceso de calor de la industria. También permite que se produzca calor a partir de biomasa y residuos con bajas emisiones, gracias a la limpieza efectiva de los gases de combustión, un proceso que normalmente no está disponible a nivel local del edificio. Si bien la mayoría de los sistemas de calefacción urbana a nivel mundial aún dependen de combustibles fósiles, algunos países nórdicos han utilizado los beneficios de los sistemas de calefacción centralizados para descarbonizar grandes partes de su suministro de calor. En Suecia, por ejemplo, la calefacción urbana proporciona más de un tercio de la demanda total de energía residencial y solo el 10% de ese calor se produce quemando combustibles fósiles. Sin embargo, a pesar de los beneficios potenciales, muchos mercados de calefacción urbana enfrentan un desafío irónico: las mejoras de eficiencia energética en los edificios están reduciendo la demanda de calor. Este es un desarrollo positivo para el sistema energético en su conjunto, pero puede tener un impacto negativo en los modelos de negocio de las empresas que venden calor. También puede afectar a la disposición a invertir en una producción de calor más limpia y eficiente, muy necesario para los sistemas de calefacción urbana en todo el mundo. Muchos sistemas de calefacción urbana existentes fueron construidos para adaptarse a una mayor demanda de calor que la actual, y al mismo tiempo, la infraestructura puede ser antigua e ineficiente. Esos sistemas deben modernizarse para suministrar calor de manera más eficiente, lo que requiere inversiones estratégicas. Pero, ¿quién invertiría en una tecnología donde el mercado se está reduciendo? Una gran parte de la solución es aumentar la flexibilidad, no solo en términos de generación y distribución de calor, sino también en el mercado y los modelos de negocio utilizados para vender ese calor y en la integración con otras partes del sector energético. TanThere are a range of solutions for reducing energy consumption and emissions from heat. District heating is one option; a system that uses heat produced in a centralised way and distributes it to consumers through pipelines using hot water or steam. The centralisation of heat production enables the use of different energy sources, including excess heat from industry. It also allows heat from biomass and waste to be produced with low emissions thanks to effective flue gas cleaning, a process that is not typically available at a local building level. While most district heating systems globally still rely on fossil fuels, some Nordic countries have utilised the benefits of centralised heating systems to decarbonise large shares of their heat supply. In Sweden, for example, district heating provides over one third of total residential energy demand and only 10% of that heat is produced from burning fossil fuels. Yet despite the potential benefits, many district heating markets are facing an ironic challenge: energy efficiency improvements in buildings are reducing the demand for heat. This is a positive development for the energy system as a whole but can have negative impacts on the business models of companies that sell heat. It can also affect the willingness to make investments in a cleaner and more efficient heat production, which is greatly needed for district heating systems globally. Many existing district heating systems were built to accommodate higher heat demand than what is typically required today, and at the same time, the infrastructure can be old and inefficient. Those systems need to be modernised to supply heat more efficiently, which requires strategic investments. But who would invest in a technology where the market is shrinking? A big part of the solution is to increase flexibility, not only in terms of the generation and distribution of heat, but also in the market and business models used for selling that heat and in the integration with LA CALEFACCIÓN URBANA NECESITA FLEXIBILIDAD PARA AVANZAR HACIA LA TRANSICIÓN ENERGÉTICA La calefacción de edificios y la producción de agua caliente representan alrededor del 70% del consumo de energía en los edificios residenciales de los países de la AIE, lo que genera importantes emisiones de CO2. Esto está recibiendo cada vez más atención en muchos países, incluso a través de un enfoque renovado en revisiones en profundidad de las políticas energéticas de los países miembros de la AIE. Oskar Kvarnström, Analista de Energía, de la AIE, analiza las nuevas condiciones que el aumento de la eficiencia está imponiendo a las redes de calefacción urbana, y concluye que la flexibilidad, las redes urbanas de cuarta generación y la integración de los sectores de calefacción y electricidad, son algunos de los mecanismos más importantes para seguir impulsando el desarrollo de redes urbanas de calor. DISTRICT HEATING NEEDS FLEXIBILITY TO NAVIGATE THE ENERGY TRANSITION Heating in buildings and hot water production account for around 70% of energy consumption in residential buildings in IEA countries, resulting in significant CO2 emissions. This is receiving increasing attention in many countries, including through a renewed focus in IEA’s in-depth reviews of energy policies of IEA member countries. Oskar Kvarnström, Energy Analyst at the IEA, analyses the new conditions that the increase in efficiency are imposing on district heating networks and concludes that flexibility, fourth generation district heating and the integration of the heating and electricity sectors are some of the most important mechanisms to continue fostering the development of district heating networks. Amager Bakke es una planta de cogeneración en Copenhague que produce electricidad o calor dependiendo de la demanda de calor local y los precios de la electricidad. | Amager Bakke is a combined heating and power plant in Copenhagen that produces either electricity or heat depending on local heat demand and power prices. Redes Urbanas de Frio y Calor | DHC Networks FuturEnergy | Junio June 2019 www.futurenergyweb.es 61

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