24<< Además, ya se están incorporando nuevas tecnologías químicas que permiten la desalación del agua de mar y la descontaminación y reuti- lización de aguas residuales. Y es que un futuro sostenible pasa necesariamente por el uso e ciente de los recursos y la reutilización, base del concepto de la Economía Circular. El temido CO2 es un caso paradigmático ya que ha pasado de ser un residuo a una materia prima. Se puede capturar y tratar químicamente para su aplicación en el campo de la alimentación, el tratamiento de aguas o la fabricación de plásticos. También a partir de residuos orgánicos se pueden obtener productos como los bioplásticos, que se degradan en contacto con el agua. Por otra parte, vivimos en una sociedad totalmente dependiente de la energía, indispensable para cualquier actividad que imaginemos. La química trabaja desde diferentes ángulos para garantizar el acceso a una energía asequible, segura y sostenible: proporciona materiales inno- vadores para incrementar la e ciencia energética y su almacenamiento. Los superconductores, por ejemplo, son capaces de transmitir hasta 5 veces más electricidad. Su papel es también esencial para el desarrollo de las energías renovables. Los paneles solares se basan por ejemplo en células fotovoltaicas fabricadas de silicio cristalino, y ya se está desa- rrollando una nueva generación a partir de nanopartículas y polímeros. La química también es clave para el desarrollo de los biocombustibles de cuarta generación, que actúan como verdaderos sumideros de carbono. También juega un papel protagonista en los ámbitos de la salud y la higiene. Enfermedades como la tuberculosis, la malaria, el ébola o el sida se han podido frenar gracias a los medicamentos y vacunas. Pero también es vanguardista en tratamientos para paliar el dolor. Hoy ya somos capaces de fabricar materiales biocompatibles con nuestro orga- nismo y la impresión 3D de órganos, de vasos sanguíneos y piel humana o implantes tecnológicos es ya una realidad. Y en el ámbito de la medi- cina personalizada, los biosensores serán aliados médicos para detectar enfermedades de manera precoz y recibir implantes inteligentes que liberen fármacos solo cuando sea necesario, será algo habitual. Pero no es la única tecnología que la química pone al servicio de las personas... el Big Data, el internet de las cosas o la realidad virtual están revolucionando nuestra forma de vivir, de relacionarnos con el entorno y creando nuevos hábitos de trabajo. La química proporciona los materiales necesarios para generar todas estas nuevas tecnologías, que constituyen también la base de la Cuarta Revolución Industrial. Una revolución que revierte también en un transporte más inteligente y sostenible. Hoy, el 75% de los materiales utilizados en la fabricación de automóviles, son productos químicos. Gracias a ello, se ha logrado redu- cir a un 8% las emisiones de un vehículo actual respecto a otro de hace 50 años. Materiales más ligeros, motores de bajo consumo, carburantes avanzados, combustibles alternativos, nuevos catalizadores y baterías más e cientes. Soluciones que sólo la química puede aportar. En un mundo cada vez más urbano, el futuro está en lograr edi cios energéticamente e cientes y hogares más sostenibles. La química hace posible la fabricación de ventanas solares que generan electri- cidad, materiales aislantes de alto rendimiento o nuevos materiales de construcción como por ejemplo la bra de carbono, 10 veces más M resistente y ligera que el acero. Y CM CY CMY K En de nitiva, un día sin química es un día sin agua potable, sin ali- mentos, sin electricidad, sin medios de transporte, sin medicinas... La MY química proporciona las innovaciones para hacer del planeta un lugar más sostenible en el que vivir.• C