LA INVESTIGACIÓN CLÍNICA ESPAÑOLA acorta distancias con los mejores centros europeos En apenas 10 años España ha experimentado un salto cualitativo y cuantitativo en materia de investigación, hasta el punto de que ha logrado reducir de forma muy importante el diferencial que existía con Europa a la hora de poner en marcha ensayos clínicos sobre nuevos medica- mentos. En concreto, mientras que en 2004 los centros españoles más ágiles tardaban 93 días más que el mejor centro europeo para iniciar el mismo ensayo clínico, en la actualidad el diferencial es de sólo 30 días, según los últimos datos del Proyecto BEST de excelencia en investigación clínica, en el que participan 45 laboratorios, 60 hospitales y centros de inves- tigación, 13 comunidades autónomas y 4 grupos de investigación independientes. 60<< Para seguir avanzando, es fundamental que los directivos incorporen la investigación clínica de forma estratégica en la gestión sanitaria en todos los niveles asistenciales. “La mejora de la investigación clínica requiere plantear cambios organizativos que afecten a la asistencia sanitaria, a la propia investigación en los hospitales y a la enseñanza de la medicina”, explica Modoaldo Garrido Martín, vicepresidente primero de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa). “Además, conlleva el impulso de ins- titutos o clúster que atiendan a grupos homogéneos de pacientes, lo que facilitaría la colaboración de los clínicos con los investigadores básicos y el enfoque multidisciplinar y el avance en investigación traslacional”. I+D