En primer lugar, ¿qué se entiende por nanomedicina? Se considera nanomedicina a cualquier aplicación de la nanotecnolo- gía que tenga como objetivo mejorar el tratamiento o el diagnóstico de una enfermedad. En realidad, uno de los aspectos más importantes que tiene la nanomedicina es el de generar fármacos con diversos componentes cuyas funciones a escala nanométrica son diferentes cuando están unidos a cuando no. Eso hace que las nanomedicinas per se tengan una serie de atribuciones que hacen que, en general, su uso presente ventajas muy claras para el tratamiento respecto a las medicinas convencionales. Por decirlo de otra manera son medicinas mucho más efectivas, dirigidas a las células diana que se pretende tratar y con muchos menos efectos tóxicos. Desde hace ya algunas ediciones que Expoquímia acoge jornadas sobre este nuevo tipo de medicina. ¿En qué punto se encuentra en la actualidad? En estos momentos, existen ya numerosos ensayos clínicos en los que ya se están testando la e cacia terapéutica de muchas nano- medicinas. Por tanto, es una ciencia que avanza rápido y que ya está presente en el mercado. Así, ya hay fármacos antitumorales que son nanomedicinas, que han desplazado al tratamiento convencional que se utilizaba hasta hace poco, por ejemplo, en el cáncer de mama. Y hay muchos más que esperamos que vayan entrando en la práctica clínica habitual en los próximos años. ¿En qué tipos de enfermedades se puede aplicar? ¿Y con qué resultados? En principio, no hay un único prototipo especí co de enfermedad en el que la nanomedicina se pueda aplicar o no. Es susceptible de ser tratada mediante nanomedicina cualquier enfermedad en la que se tenga que transportar un fármaco de una forma especí ca a un sitio concreto y reducir así los efectos indeseables generales que tienen los medicamentos y aumentar su e cacia. De momento, lo que se está comprobando es que la utilización de nanomedicinas implica una mayor e cacia terapéutica al poder transportar más fármaco, más antibiótico, más medicamento, por decirlo así, a los sitios donde con- viene y mucho menos a los sitios a los que no debería llegar. En realidad, las nanomedicinas son fármacos que cuentan con un sis- tema de transporte especí co que hace que ese medicamento en lugar de circular libremente por la sangre se transporte de una manera especí ca a un sitio concreto. Durante ese transporte, ese fármaco no puede actuar en ningún sitio y, por tanto, no puede tener ningún tipo de efecto adverso como si fuera por libre. Y, en este sentido, los resul- tados son buenos, ya que hay más indicación terapéutica y mucha menos toxicidad general. Así, en tratamientos como en los del cáncer, donde los fármacos son muy agresivos y tienen muchísimos efectos adversos, las nanomedicinas lo compensan de una forma sustancial. ¿Cree que una mayor implantación de la nanomedici- na podría erradicar enfermedades que, hoy por hoy, son incurables? Una enfermedad es incurable porque no tiene un tratamiento cono- cido o porque ese tratamiento no es su cientemente especí co o tiene un índice de e cacia y de toxicidad muy estrecho. Es decir, la ventana terapéutica es muy estrecha y per se son muy tóxicos. En ese sentido, la nanomedicina, por el hecho de reducir la toxicidad general del fármaco y de ser mucho más especí ca, puede hacer que determinadas enfermedades, que hoy por hoy tienen un índice de curación bajo, mejoren. Pero la nanomedicina es un sistema de transporte especí co químico, que siempre necesita un fármaco o una molécula, que sea el principio activo que es el que permite, a través de un mecanismo de acción determinado, curar esa enferme- dad. Esto incluye la terapia génica. >>41