28<< cimiento, especialmente importante en el campo de la salud, por el rápido avance en la investigación biomédica y los nuevos tratamientos. Las actividades cientí cas y los congresos y reuniones cientí co-profe- sionales son el instrumento clave para ello y la industria farmacéutica está comprometida con que éstos sean posibles. En 2016 el sector apoyó, asimismo, a organizaciones sanitarias para la celebración de este tipo de actividades con 81 millones de euros, lo que supone un incremento del 23% respecto al año anterior. “El aumento de este capítulo muestra el compromiso de la industria con las distintas organizaciones sanitarias y sociedades cientí cas, que son agentes esenciales para el sostenimiento de nuestro modelo de I+D de medicamentos innovadores y la orientación en materia de for- mación, y que constituyen además una garantía de independencia de estas actividades”, destaca Acebillo. Y agrega que “la labor que en este ámbito desarrollan las sociedades contribuye a que los médicos españoles ostenten un nivel de excelencia que ha sido reconocido tanto a nivel nacional como internacional y a que desempeñen una actividad asistencial que es altamente valorada por los ciudadanos”. El 93,4% de las ayudas que destina la industria farmacéutica en España a profesionales sanitarios se ofrece a médicos. El país cuenta con 217.912 médicos en ejercicio, según datos o ciales del INE referidos a 2016, y un gran número de ellos se bene cian de estas actividades cientí cas apoyadas por la industria. Cabe destacar que sólo la inscripción media a un congreso cientí co de ámbito nacional es de 600-700 euros, cantidad que puede verse incrementada si la reunión es de carácter internacional. El pasado año, según datos de Farmaindustria, el 76% de las reuniones en las que la industria farmacéutica colaboró fueron nacionales, mientras que el restante 24% fueron reuniones internacionales. Los congresos son de gran importancia para mantener al médico al día de los avances en su especialidad, y cada año miles de especialis- tas acuden a estas citas cientí cas tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Sin ir más lejos, el reciente congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica ha reunido en Chicago a más de 38.000 facultativos, mientras que en España los asistentes a los congresos de las principales sociedades de Atención Primaria, por ejemplo, superan en conjunto los 7.000 asistentes. Para el presidente de Farmaindustria, “todo el sistema sanitario, y en especial, como es lógico, los pacientes, se bene cia de que los especia- listas mantengan sus conocimientos actualizados y conozcan cuáles son las principales novedades en cada área terapéutica; sin olvidar que la participación activa en congresos puede abrir la puerta a la partici- pación de los centros españoles en ensayos clínicos internacionales, lo que al mismo tiempo atrae importantes inversiones y hace posible un acceso temprano de los pacientes a los nuevos tratamientos”. “En este contexto –añade–, desde Farmaindustria entendemos que la industria farmacéutica debe cooperar con la Administración sanitaria y organiza- ciones y profesionales para que la formación de los especialistas sea la mejor posible en bene cio del conjunto de la sociedad”. Valor de la experiencia clínica Los pagos a profesionales y organizaciones por prestación de servicios sumaron 79 millones de euros en 2016, un 10% menos respecto a 2015. Se re eren a asesoramiento, consultoría y ponencias en congre- sos e implican una remuneración (que en su caso incluye los gastos de desplazamiento y manutención); sus características y requisitos están delimitados en el Código de Buenas Prácticas. Estas actividades permiten a la industria farmacéutica conocer el comportamiento en la práctica clínica de los medicamentos, una expe- riencia que sólo atesoran los profesionales sanitarios. A partir de ahí las compañías pueden mejorar la seguridad y e cacia de los trata- mientos o detectar nuevas necesidades, lo que resulta muy bene cioso para el abordaje de las enfermedades, para la e ciencia del sistema y, en especial, para aportar soluciones al paciente. Por último, la industria farmacéutica hizo donaciones y dio subvencio- nes a organizaciones sanitarias que prestan servicios de asistencia sanitaria social o humanitaria por valor de 35,5 millones de euros, lo que representa un incremento del 8% en relación con el ejercicio anterior. Estas aportaciones deben responder a peticiones de las pro- pias organizaciones y son desinteresadas, pues, tal y como recoge el Código de Buenas Prácticas, no pueden constituir un incentivo para “la recomendación, prescripción, compra, suministro, venta o admi- nistración de medicamentos”. Este tipo de ayudas revisten diversas formas: desde aportaciones dinerarias para proyectos de investigación hasta donaciones de medicamentos a instituciones humanitarias. "La investigación y desarrollo de nuevos medicamentos y su uso adecuado no serían posibles sin la estrecha colaboración entre industria, sistema de salud y organizaciones y profesionales sanitarios" Más transparencia, más con anza La publicación de las colaboraciones entre industria farmacéutica y orga- nizaciones y profesionales sanitarios, que se consolida ahora al hacerse por segundo año, es un paso más en la apuesta de la industria farmacéutica por la transparencia, vinculada al Código de Buenas Prácticas y materializada en 2002 con la creación del Sistema de Autorregulación moderno. Encuadrada en una iniciativa de ámbito continental adoptada por la Federación Europea de las Asociaciones e Industria Farmacéutica (EFPIA) —a la que pertenece Farmaindustria—, la publicación de las colaboracio- nes pretende mostrar a la sociedad el valor e importancia de unas relaciones indispensables para el avance cientí co y prevenir los potenciales con ic- tos de interés que se puedan generar en los profesionales. Tales relaciones deben estar basadas siempre en la objetividad, el rigor y la independencia, principios por los que vela el Código de Buenas Prácticas, que viene adap- tándose periódicamente a las exigencias de la práctica médica y de una leal competencia. “La investigación y desarrollo de nuevos medicamentos y su uso adecuado no serían posibles sin la estrecha colaboración entre industria, sistema de salud y organizaciones y profesionales sanitarios —a rma Jesús Acebillo—. La iniciativa de transparencia nos permite a organizaciones, profesionales y laboratorios mostrar el valor e importancia de esta colaboración y reforzar la con anza de la sociedad, y en particular de los pacientes. Ganamos todos”.• I+D