La interacción entre industria farmacéutica y organizaciones y profe- sionales sanitarios es fundamental para la investigación de nuevos medicamentos y para el uso adecuado de los mismos. Esta cola- boración genera una dinámica positiva para todos: profesionales, que actualizan y mejoran sus conocimientos sobre medicamentos; industria, que se bene cia de la experiencia clínica y cientí ca de los sanitarios; sistema sanitario, que dispone de profesionales a la van- guardia del conocimiento y la investigación biomédica internacional, así como de constantes mejoras farmacológicas, y pacientes y socie- dad en general, receptores directos de la oferta de servicios sanitarios. Desde el año 2002, la industria farmacéutica dispone de un Código de Buenas Prácticas, que regula las relaciones entre la industria y las organizaciones y profesionales sanitarios para introducir rigor, objeti- vidad e independencia en dichas relaciones, lo que evita a su vez la competencia desleal entre las compañías. Este código viene siendo actualizado periódicamente con la incorporación de mejoras derivadas de la experiencia en su aplicación así como de las exigencias de nues- tra sociedad. La publicación de las colaboraciones con profesionales y organizaciones, fruto de una nueva modi cación del código llevada a cabo en 2014, obedece a ese espíritu, que pretende también generar con anza en la sociedad sobre lo importante que son estas relaciones. Desde que el año pasado se produjo la primera publicación, instituciones públicas, como el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, y privadas, como Transparencia Internacional España, han reconocido el valor de la iniciativa. En la presente publicación de datos, correspondiente a 2016, siguen coexistiendo datos agregados e individualizados (en función del con- sentimiento o no de los propios profesionales), pero en la siguiente publicación, que tendrá lugar en junio de 2018 con datos de 2017, la totalidad de estas colaboraciones se harán públicas de forma indivi- dualizada en aras de alcanzar la máxima transparencia. En cualquier caso, el porcentaje de transferencias de valor publicadas de forma indi- vidualizada ya ha crecido de forma signi cativa, del 20% al 35%, entre 2015 y 2016, un incremento que responde al creciente conocimiento y refrendo de los profesionales sanitarios de la iniciativa de transparencia adoptada por la industria farmacéutica con actividad en España. Liderazgo en I+D La inversión del sector en I+D durante 2016 le mantiene como líder industrial absoluto en este ámbito en España, con 1.085 millones de euros (un 8% más que en 2015). De esta cantidad, el 45% (unos 493 millones) se destinó a contratos de investigación extramuros, fundamen- talmente con el ámbito público (centros de investigación, hospitales, universidades y otros organismos), lo que convierte a la industria far- macéutica en el principal impulsor de la colaboración público-privada biomédica en nuestro país. Los 194 millones de euros en contratos de I+D con profesionales y centros ahora publicados suponen cerca del 40% del montante total de estas colaboraciones externas y hacen referencia a colaboraciones para el diseño o ejecución de estudios preclínicos, ensayos clínicos y estudios de postautorización. El resto de inversiones extramuros incluyen conceptos tales como los contratos de investigación preclínica en los que no intervienen profesionales sanitarios o el suministro de medicación gratuita para los ensayos clínicos y su monitorización. “La importante apuesta que hace la industria farmacéutica por mante- ner la excelencia investigadora ha consolidado a España como uno de los países con mejores condiciones de toda Europa para albergar ensayos clínicos, y en particular en las primeras fases, que son las más com- plejas y permiten a su vez el acceso temprano a las nuevas terapias por parte de los pacientes, que resultan así los principales bene ciados por este modelo”, sostiene el presidente de Farmaindustria, Jesús Acebillo. Formación cientí ca Por otro lado, los 112 millones con los que la industria farmacéutica contribuye a la formación cientí ca y clínica de los profesionales (una cifra algo inferior a los 119 de 2015) muestran la voluntad del sector de que los sanitarios españoles continúen al más alto nivel en cono- >>27 I+D